Pelé portó un traje de charro con hechura hidalguense.

La dinastía Morales, que corta y confecciona trajes de esta modalidad, uno de sus jerarcas, don Samuel Morales, fue el encardo de vestir a Edson Arantes do Nascimento, en un evento posterior al Mundial México 70.

De acuerdo con su anécdota, compartida en redes sociales, tras conquistar su tricampeonato del mundo, Pelé volvió al país para un evento en Ciudad de México, a donde se trasladó el oriundo de Apan para tomarle medidas.

“Le habrían comentado que podría tomarle medidas al jugador brasileño una vez que llegara al aeropuerto, por lo que Don Samuel se dirigió allá el día del arribo.

“Como era de esperarse, la sala de llegadas internacionales se encontraba atiborrada de periodistas y personas que se sumaban cada vez más conforme la noticia de la llegada de El Rey se propagaba dentro del aeropuerto.

“Don Samuel se comenzó a sentir un poco nervioso; miraba a su alrededor y sabía que entre tanta gente le sería imposible utilizar su cinta para medir”, se lee en su publicación.

Comparten también cómo el sastre hidalguense diseñó y concretó una estrategia para poder llegar hasta donde se encontraba O Rei Pelé y tomarle las medidas para su traje.

“Rodeado de humores ingratos y entre el júbilo de los presentes, se coló entre la muchedumbre que se encontraba delante de él para aproximarse lo más posible a la puerta por donde saldría el jugador brasileño.

“Después de algunos minutos de espera, finalmente apareció. La turba a su alrededor se agitó aún más y los gritos y empujones arreciaron su fuerza; sin embargo, entre tanto alboroto, Don Samuel pudo verlo perfectamente, lo examinó unas tres veces de pies a cabeza, hizo algunas anotaciones en una pequeña libreta y se dirigió a su taller”, anexaron.

Remataron en su publicación que, pese a lo apresurado que fue la toma de las medidas, el traje de Pelé quedó a la medida.

“Don Samuel llegó al hotel donde se hospedaba Pelé y le entregó el traje a su representante. Tras unos minutos, Pelé salió con el traje puesto y le pregunto a través de un traductor, que en qué momento le había tomado medidas porque le había quedado perfecto. Don Samuel le explicó que lo había hecho como decimos los mexicanos, ‘a ojo de buen cubero’ y Pelé simplemente no lo podía creer”, cerraron.

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Redacción I Pachuca