Entre las asociaciones obligadas a regularizarse urgentemente por sus antecedentes está la de squash, después de que por varios años funcionó como comisión reorganizadora, por negligencia o capricho de su anterior directiva.

Sin embargo, el año pasado se cambió de dirigente, asumida por Ricardo Magdaleno, quien solo dio el aval a dos raquetas hidalguenses, los hermanos Juan Carlos y Leonardo Daniel Vargas (seleccionados nacionales), que por la misma desorganización de este deporte representaron varios años al Estado de México.

Estos jóvenes, por fin, se enfundaron la playera de Hidalgo y fueron medallistas en la Olimpiada Nacional, apoyados por el Instituto Hidalguense del Deporte y esa fue la labor de Magdaleno Magdaleno, porque actualmente no se conoce de una promoción o torneos.

Esto, pese a tener unas canchas seminuevas y desperdiciadas en el Centro Deportivo Hidalguense de Alto Rendimiento, donde, se conoce, solo funcionan entre semana, por las tardes, pero sin ninguna difusión.

Los sábados sencillamente aparecen cerradas las instalaciones, ante el interés de algunos visitantes por practicar el squash, sin que haya alguien quien dé información al respecto.

Y lo lamentable: que no se han terminado de hacer las gestiones ante la Federación Mexicana de Squash para formalizar la asociación, ni se conoce la directiva y, como consecuencia, no está legalizada, para recibir el apoyo del Inhide y participar en eventos oficiales.

En su momento, se conoció que solo pagaba una especie de renta, pero no con el compromiso de presentar un programa de promoción y torneos, donde surja una nueva camada de elementos infantiles y juveniles, que en su momento representen a Hidalgo.

Esta es la realidad que vive el squash en Hidalgo, ante la urgente necesidad de que intervenga en Inhide, para darle una nueva fisonomía y el uso necesario a las canchas, que por necesidad deben estar abiertas los sábados.

Francisco Lozada