Un jugador que debuta en Copa del Mundo con tres goles está marcado a hacer historia.
El 12 de junio de 2002, Miroslav Klose saltó a la cancha del Domo de Sapporo con la ilusión de hacerse presente en el marcador, pues Alemania se enfrentaba a Arabia Saudita, pero nunca se imaginó que se convertiría, 12 años más tarde, en el máximo anotador de los mundiales.
Cinco tantos en Corea-Japón lo proyectaron como un delantero letal y esto lo confirmó en Alemania 2006, donde consiguió media decena más.
En Sudáfrica, Klose sumó cuatro goles más y en Brasil rompió el récord de Ronaldo al conseguir su anotación 16, precisamente ante los cariocas en la tragedia del Mineirao.
Miroslav jugó en clubes importantes como Bayer Múnich y Lazio, pero nunca destacó como lo hizo en la Mannschaft, donde se consagró campeón del orbe.