El París Saint-Germain solventó gracias a su pegada (2-0) su visita al Marsella, ayer en el Clásico del campeonato francés que cerró la jornada 24, situándose a tres puntos del líder Lille.

Dos fogonazos, el primero con una contra culminada por Kylian Mbappé (9´) y el segundo con un tanto con la nuca de Mauro Icardi (24´), permitieron al PSG tomarse la venganza de la derrota en el Parque de los Príncipes.

Debilitado por una gastroenteritis, Neymar solo disputó los últimos 25 minutos de un Clásico con menos enjundia que los precedentes, aunque el local Dimitri Payet fue expulsado en el 90 con una roja directa por una entrada violenta sobre Marco Verratti.

En un Clásico descafeinado por la obligada ausencia de público en el estadio Velodrome, el Marsella se mostró entusiasta y emprendedor en los primeros minutos, pero su esfuerzo se evaporó en un contraataque del PSG que encarriló el camino para su causa.

Tras un córner, Icardi templó la bola, Ángel Di María, poco antes de salir lesionado, la condujo y Mbappé batió a Steve Mandanda por el primer palo.

El Marsella lo siguió intentando, aunque sin ninguna ocasión clara y el PSG exhibió eficacia con un remate inverosímil de Icardi desde el primer palo, con la nuca de espaldas a la portería, para superar al arquero del Marsella por alto.

En el 66´ entró Neymar y en la primera jugada ya tuvo un lance con Álvaro González, una caída en la entrada del área que el brasileño reclamó como penal y en la que el español se dañó un tobillo.

Ambos jugadores han multiplicado los roces, en el campo y en las redes sociales, desde que protagonizaran un enfrentamiento en el partido de la primera vuelta.

AFP | París