Los milagros existen y el Leganés tiene vida en LaLiga.
Los Pepineros derrotaron 2-0 como visitantes al Athletic Bilbao, en un juego lleno de dramatismo, de emociones al límite, de situaciones extraordinarias, como la expulsión del portero de los vascos Unai Simon al 22’, o el gol que le validaron al 81’ a Miguel Ángel Guerrero después de una deliberación bravísima del VAR.
Al 94’ Roger Assale anotó el gol definitivo; antes, se habían hecho presentes al 79’, con tanto de Miguel Ángel Guerrero.
Por supuesto que los jugadores estallaron en júbilo, al igual que el técnico mexicano Javier Aguirre. Llegaron a 35 puntos, uno menos que el Celta de Néstor Araujo, que está en zona de salvación, pero el cual también podría descender
en la última jornada. Ayer, los celestes cayeron 3-2 en casa ante el Levante.
El Leganés está obligado a ganar en la última jornada.
No le sirve el empate porque aun si alcanza al Celta (que cierra en casa del Espanyol) están igualados en duelos directos, pero tiene una peor diferencia de goles.
Édgar Contreras I Agencia Reforma