Aunque lo duden muchos de nuestros lectores, la maldita pandemia de coronavirus también nos ha afectado a los medios informativos, porque las dependencias oficiales no tienen qué informar fuera de sus verdaderas funciones, y en el deporte no se diga.

El Covid-19 es tema del día, como noticia principal. La cobertura en los escenarios, ya sea entrenando o en juegos, confrontaciones de cualquier índole, es nuestra pasión; las charlas, entrevistas, comentarios, emociones, son el pan de nuestro día para quienes nos dedicamos a esta profesión.

Lo sé, para muchos, el deporte, en este momento, pasa a segundo término porque hay muchas prioridades en la pérdida de sus empleos, cierre de empresas, escases de recursos para su alimentación, fallecimientos y más.

Y en el aspecto deportivo también mencionamos todo lo que extrañamos y, seguramente, va de la mano con directivos, entrenadores y deportistas, que han dejado de ser los protagonistas, los ídolos de sus familias y aficionados.

La información es nula y muchas veces hay que “inventar”, recopilar los mínimos comentarios de quienes se atreven a contestar una llamada, para preguntar qué hacen, cómo se sienten, su afectación física, técnica y mental.

Las respuestas son similares, con diferentes palabras (lo entendemos) y es cuando hay que hacer recuentos, anécdotas y enriquecerlas con sus antecedentes, para cubrir el espacio de nuestros medios, evitando el amarillismo o la paja.

Sí, es un malestar, un sufrimiento, porque hay poco que informar, cero novedades o proyectos que representan una ilusión de salir a los escenarios a competir por un triunfo, por poner en alto el nombre de su institución, estado o país.

Desafortunadamente, los estragos no solo serán físicos y emocionales. No solo se romperán ciclos y sueños. Vaya un reconocimiento para los promotores que hacen esfuerzos por seguir activos, respaldados en la bendita tecnología.

De tal manera que esperaremos, que termine pronto esta situación para bien de la humanidad y que estos sirva para acercarnos más, con el corazón abierto, y valorar y aplicar nuestros verdaderos sentimientos entre quienes tengamos la gracia de volver a vernos. Que así sea.