A limpiar la honra, ese debe ser el objetivo de América y Cruz Azul en la Concacaf Liga de Campeones.

Dos de los grandes del futbol mexicano pelean el boleto al Mundial de Clubes en plena crisis deportiva. Las Águilas enfrentan al Atlanta United, mientras que Cruz Azul al LAFC.

El torneo ofrece una redención tan inmediata que los equipos están aún golpeados. América sigue tocado por la eliminación en la Liga MX

por Chivas. Su técnico, Miguel Herrera, divide opiniones. Roger Martínez y Andrés Ibargüen ya cargan la cruz de su inminente salida. Henry Martín, Fernando González y Mauro Lainez tienen Covid-19. Emanuel Aguilera, Nicolás Benedetti y Giovani dos Santos se rehabilitan de sus lesiones. Para colmo, Federico Viñas no pudo entrenar ayer en el estadio Exploria porque los resultados de sus PCR no fueron entregados a tiempo.

La única buena noticia para las Águilas es que vencen 3-0 en el parcial al Atlanta United. Como cuenta el gol de visitante, por cada anotación azulcrema el rival debe ganar por al menos cuatro de diferencia.

Cruz Azul vive un calvario peor luego de lo acontecido contra Pumas. Ya hasta el técnico del LAFC, Bob Bradley, habla de las “cruzazuleadas”. La Máquina tiene técnico interino. Además, son baja por Covid-19 los porteros José de Jesús Corona (que está transferible) y Andrés Gudiño, por lo que hasta registró a un guardameta de la Sub 20.

Peor panorama porque fue la única serie que no tuvo partido de ida en cuartos de final, así

que se jugará a duelo único, en Estados Unidos, y frente a un cuadro como el LAFC, que echó del torneo nada menos que al León. En caso de empate, habrá penales.

Para limpiar la honra, América y Cruz Azul deben exorcisar varios fantasmas.

Staff I Agencia Reforma