El Inter de Milán, vigente campeón, y la Fiorentina, privada de títulos desde hace dos décadas, disputarán este miércoles (13:00 horas) la final de la Copa de Italia, un aperitivo para los Nerazzurri antes de la final de la Liga de Campeones.
Aunque no haya podido hacer sombra al Napoli en la Serie A, el equipo entrenado por Simone Inzaghi está en disposición de ganar todas las otras competiciones en las que ha participado esta temporada.
Tras el triunfo en la Supercopa de Italia en enero contra el AC Milan (3-0), el pleno pasa por una coronación el miércoles en el Olímpico romano y por la consecución del máximo título europeo el 10 de junio en Estambul contra el gran favorito, el Manchester City.
Vigente campeón copero, verdugo de la Juventus en semifinales (1-1, 1-0) y primer equipo italiano en alcanzar la final de Champions desde 2017, el Inter parte como gran favorito para conquistar la que sería la novena Coppa de su historia, aunque el gran peligro es que los interistas tengan ya la cabeza en Estambul.
La Fiorentina se encuentra en un caso parecido al Inter. Si el equipo lombardo ha decepcionado en la Serie A y no tiene garantizada una plaza para la próxima Champions, los florentinos son undécimos, fuera de puestos europeos y han salvado la temporada con los torneos coperos.
Además de la Coppa, la Fiorentina tiene la posibilidad de sumar un título europeo, la Conference League, ya que debe jugar la final contra el West Ham el 7 de junio.
Sería la ocasión de acabar con más de dos décadas de sequía de títulos, desde la Coppa de 2001, que fue la sexta para el equipo ‘viola’.
Sin disponer de un plantel tan amplio como su rival, el entrenador de la Fiorentina, Vincenzo Italiano, cuya reputación no para de crecer en el calcio, ha admitido que su equipo llega al final de temporada “agotado”.
AFP | Roma