France’s forward Karim Benzema takes part in their MD-1 training session at the National Arena in Bucharest on June 27, 2021, on the eve of their UEFA EURO 2020 round of 16 football match against Switzerland. (Photo by FRANCK FIFE / AFP)
Tres años después de la final del Mundial de Rusia 2018, Francia y Croacia podrían volver a encontrarse en cuartos de final de la Eurocopa, pero a condición de que hoy los franceses derroten a Suiza (14:00 horas) y los subcampeones del mundo a España (11:00 horas).
Francia, que finalizó el grupo F, de la muerte, como líder, ha cumplido su primera misión, pero aborda la fase eliminatoria del torneo con algunas dudas, en defensa especialmente, y en torno al cansancio acumulado de algunas de sus estrellas.
En cuanto a la Nati, dirigida por Vladimir Petkovic, finalizó en tercer puesto del grupo A merced a un triunfo en la última fecha ante Turquía (3-1).
Las dos naciones se conocen bien, ya que desde 2004 se han enfrentado en cuatro ocasiones en un gran torneo, dos veces en Eurocopas y dos en Mundiales (dos victorias para los Bleus y dos empates).
Pero el del lunes será su primer enfrentamiento en un partido de eliminación directa.
Contra los vigentes campeones del mundo, el combinado helvético quiere romper su techo de cristal en una gran competición. Desde 1994, en efecto, Suiza ha estado en cinco ocasiones en octavos de un Mundial o de una Eurocopa, pero sin llegar a dar un paso más allá.
El duelo entre Croacia y España parece más equilibrado e incierto. Tras el viacrusis en forma de crisis de Covid19 en la preparación y una primera fase marcada por el sufrimiento extremo hasta el tercer partido, España se libera ante
la renacida Croacia.
Los españoles, campeones de la Euro en 2008 y 2012 y del Mundial 2010, han sufrido varias eliminaciones prematuras: en fase de grupos en el Mundial 2014, y en octavos de la Eurocopa 2016 y el Mundial 2018.
Será el tercer partido de la Roja ante Croacia en Eurocopa, tras 2012 y 2016, con una victoria para cada uno, pero el primero en partido de eliminación directa.
AFP | París