Ante una ilusión de que los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 fueran los más concurridos por deportistas hidalguenses, se desvaneció de un momento para otro, al ser pospuestos para el siguiente año.

Esto no quiere decir que ya estén descartados cuando menos ocho atletas, según cálculos de Fátima Baños Pérez, directora del Instituto Hidalguense del Deporte, quien fue la primera en lamentar esta situación.

Sin embargo, este problema también lo viven otros seleccionados mexicanos, así como los mejores representantes de diferentes países, que ya preparaban el cierre de sus clasificatorios para llegar a Tokio por la puerta grande, con sus mejores tiempos y marcas.

Aunque inicialmente se manejaban hasta 10 nombres de atletas hidalguenses con posibilidades, hay algunos que prácticamente están al margen, como es el caso del basquetbol, al ser desconocida la organización
mexicana por la FIBA.

Hay quienes solo les falta un pie para estar dentro y otros, en espera su mejor cierre, que incluyen tres gladiadoras, o el caso del judoca Nabor Castillo, quien todavía podría dar la sorpresa, en tanto que Luz María Olvera, solo espera el último empujón, al igual que la ciclista Daniela Campuzano, sin duda, como las más seguras.

También se conoció que hay cuatro elementos del deporte adaptado, que incluso estuvieron concentrados en la Ciudad de México, después de las numerosas medallas obtenidas el año pasado en la
Paralimpiada Nacional.

Estos deportistas también están entre los candidatos de los entrenadores nacionales y llegar a Tokio sería un gran logro y una correspondencia al apoyo que ha dado el Instituto Hidalguense del Deporte a esta especialidad.

Estas perspectivas reales significan una ilusión para el deporte de Hidalgo y de México, como una esperanza y una ilusión que haga pasar más rápido la pandemia y resurja el deporte como la mejor alternativa para nuestra juventud, de la mano de sus directivos, entrenadores, padres de familia y autoridades oficiales, que han formado un gran equipo de trabajo.