Las bondades o irregularidades de la Liga MX (llámelo como quiera) tienen al Pachuca, otra vez, en zona de clasificación, y no sólo eso, sino que el equipo tiene en sus manos clasificar a la liguilla y romper con el ayuno de un año de no alcanzarla.

La combinación de resultados, en la jornada 14, dejó a los hidalguenses en el octavo lugar, con 18 puntos, empatado con Tijuana, en el séptimo, y con Veracruz, en el noveno, aunque la diferencia de goles con los escualos es de +8.

Al Clausura 2018 sólo le restan tres fechas. Pachuca tiene dos en casa y una como visitante, lo que abre más las posibilidades de alcanzar la clasificación; sin embargo, tienen la obligación de tener un cierre perfecto.

Este fin de semana, Pachuca recibirá al sublíder Santos Laguna, equipo que en su última visita en la Bella Airosa cayó 3-0, e históricamente la pasa mal en la capital hidalguense, con sólo 11 descalabros en
24 visitas.

En la penúltima fecha, los Tuzos visitarán a Gallos Blancos, cuyo último antecedente en el Corregidora también es de un triunfo por la mínima diferencia, aunque éste fue dentro en la Copa MX del torneo pasado.

El cuadro blanquiazul dará el cerrojazo al campeonato en casa ante Atlas, que en su último registro en territorio tuzo también se llevó un descalabro por marcador de 3-2.

A lo largo del campeonato, Pachuca ha caído en dos ocasiones en dos baches; primero, en el inicio del campeonato, sólo sumó cuatro de 15 puntos posibles; después volvió a la pelea con una racha de tres triunfos y un empate.

Después, el cuadro hidalguense nuevamente sumó cuatro partidos sin ganar, producto de tres derrotas y un empate, marca que rompió el pasado fin de semana ante Puebla en la Angelópolis.

Redacción I Pachuca