El triunfo de ayer de Khabib Nurmagomedov marca a UFC. Una victoria dedicada a su padre fallecido que lo deja como uno de los mejores peleadores de todos los tiempos.
El Covid-19 cobró, en julio, la vida de su padre Abdulmanap, y ayer al peleador ruso se retiró de las artes marciales mixtas.
Khabib, de 32 años, sometió a Justin Gaethje en el segundo asalto del pleito estelar del UFC 254 celebrado en la Isla de Yas en Abu Dhabi. Duelo entre el campeón Ligero interino y Khabib, quien demostró que es mucha pieza.
Derrotó al 1’34” del segundo asalto a Justin con una sumisión, y segundos después anunció que no podía seguir en este deporte. Su padre era su guía, el que lo entrenaba.
“Hoy es mi última pelea aquí en UFC. Era el sueño de mi padre. Dustin (Poirier) y Conor (McGregor) van a pelear en enero, será grandiosa con ambos. No me interesa esto”, dijo Nurmagomedov.
“Soy campeón de peso Ligero indiscutido e invicto de UFC, 13-0, 13 en UFC, 29 en toda su carrera. Creo que me lo merezco”.
Diego Martínez I Agencia Reforma