En lugar de oro, incienso y mirra, Dragon Lee recibió una lluvia de monedas y billetes como regalo del público, tras derrotar a Bárbaro Cavernario durante un explosivo mano a mano semifinal en la Arena México.

Por medio de una variante de desnucadora, el integrante menor de la Dinastía Muñoz se impuso al rudo cavernícola después de más de 20 minutos de un enfrentamiento lleno de castigos, vuelos, llaves y todo tipo de golpes, que dejó a la afición sin aliento como pocas veces se puede ver en el inmueble de la Colonia Doctores.

En cuanto comenzó la batalla, los gladiadores se dieron con todo, con la mismísima rudeza con la que la austeridad ha tratado a empleados del SAT.

Por medio de golpes con el antebrazo y patadas voladoras, el greñudo fue magullando al artemarcialista, que no vio la suya durante la primera caída.

Después de todo, el troglodita decidió finiquitar al rival, se impulsó en las cuerdas y lo planchó para tomar la ventaja.

En el segundo asalto, el Bárbaro mantuvo el asedio, sin compasión.

Lee fue azotado contra la barrera que divide el campo de batalla de la afición y también recibió una guamiza cerca de las butacas.

Pero tanta rudeza fue la perdición del apestoso. Bárbaro intentó arrancar la capucha del rival y lo maltrató sin importar las advertencias del réferi Tirantes, quien decidió descalificarlo, por lo que se emparejaron las acciones.

Sólo así despertó Dragon y la batalla se volvió espectacular durante la tercera caída.

Si Lee recetó dos topes, el Cavernario le respondió con una desnucadora sobre la ceja del ring.

El joven Muñoz aplicó unas patadas sobre el pecho del enemigo, quien intentó someterlo con la legendaria cavernaria, pero no parecía ser suficiente, mientras el público estaba al borde del asiento y prefería comerse las uñas que darle una mordida a su torta de jamón.

Hasta que Dragon Lee encontró la luz al final del túnel. Atrapó a su rival y le recetó una poderosa desnucadora con la que consiguió rendirlo con el conteo de tres para salir con la mano en alto y obtener su primer victoria del 2019.

Rodrigo Yépez
Agencia Reforma