El 25 de enero de 1996 Pachuca recibió a América en el estadio Hidalgo para enfrentar el partido de la copa, pero no fue un juego normal. En la tribuna había algo diferente a lo que, hasta entonces, se había visto en la afición de México: un grupo de animación con integrantes de pie, cantando y tocando instrumentos durante los 90 minutos del partido.
Ese día nació la Barra Ultra Tuza y, junto a ella, el barrismo en el futbol mexicano, forma de apoyo importada desde Sudamérica. A las 20:30 horas de aquel jueves de enero hizo su presentación este grupo de animación que sorprendió a los más de 20 mil asistentes al estadio y a millones de personas que observaron el juego por televisión.
Semanas atrás, Andrés Fassi, director deportivo del equipo, realizó un viaje a Costa Rica para cerrar el fichaje del delantero Rolando Fonseca, y al ver un partido de Saprissa, quedó encantado con su barra, la cual también había sido recién formada. Fassi invitó a las líderes de ese grupo, encabezado por Jorge Diaz El Chino, además de Eduardo Lalo González, Federico Pérez y Alex Fernández, que formaban el grupo de la Universidad Católica de Chile, para viajar a Pachuca y ayudarles con la integración de su barra.
Así comenzaron a reunir a niños y jóvenes interesados, además de unir a algunos de los grupos de animación que existían en el Hidalgo, mejor conocidas como porras, como la de los verduleros, la de Fraustro y Porras Unidas, y juntos unieron sus voces en los ensayos previos, realizados en el poliforum José María Morelos, para hacer su presentación en sociedad el 25 de enero ante uno de los denominados equipos grandes del futbol mexicano.
Desde entonces hasta ahora, la Barra Ultra Tuza es un
referente de los grupos de animación en México, visitando cada uno de los estadios en los que juega Pachuca, no sólo en el país sino en el extranjero.