Diva Salvaje está de fiesta, pues este año cumplirá 20 años como gladiador profesional.

Aún recuerda cómo se dieron las cosas que lo llevaron a adentrarse en el mundo de los costalazos, por lo que dos décadas después valora todo el esfuerzo realizado para posicionarse como uno de los exóticos más reconocidos.

En la primaria tenía una compañera a la que le decían la Luchadora, allá en su natal Saltillo, Coahuila. De inicio, no sabía por qué la llamaban así, hasta que unos años después se la encontró en un video club, en el que Diva trabajaba.

“Ella era clienta y coincidimos. Ahí me dijo que le decían Luchadora porque en realidad, ahora sí, ya lo era: La Gatúbela. Le pedí que me llevara a entrenar porque su papá era el encargado de la arena Obreros del Progreso y así comenzó todo porque comencé a entrenar.

“Hoy ha pasado el tiempo y cumpliré 20 años como profesional. Es verdad que será hasta octubre, pero festejaré todo el año porque me siento muy emocionado por todo lo que he hecho. Ha valido mucho la pena el esfuerzo, tanto sacrificio, dejar la tierra, la familia y amigos por cumplir este sueño”, mencionó Diva Salvaje.

Por lo pronto, asegura, ya comenzó 2020 con mucho trabajo, manteniéndose vigente y en el gusto de la afición.

“Me comí las uvas de los deseos y no pedí nada, pero lo más importante es que haya salud para lograr los objetivos y ya veremos qué retos se van dando. La gente se da cuenta del trabajo que desarrollo y gracias a Dios les gusta mi estilo, así que voy por más”, finalizó.

Jorge Marrón I Agencia Reforma