Jane Valencia tuvo su primera experiencia olímpica y, si bien no logró pasar del primer combate, queda satisfecha y contenta con su participación en Tokio 2020.

La jalisciense de la división de los 57 kilogramos fue la primera luchadora mexicana en clasificar a unos Juegos Olímpicos y su debut fue ante la rusa Valeria Koblova, con quien perdió 5-2 en los octavos de final en la lucha olímpica estilo libre.

“Venía preparada para otro resultado, no se dio la oportunidad, luché cada segundo de ese combate”, dijo en un live.

“Me llevo un buen sabor de boca, son mis primeros Juegos Olímpicos, luché como tenía que luchar, hice la estrategia como la tuve que haber hecho”.

Valencia, de 30 años, buscó el sueño olímpico en tres ciclos previos a Tokio y ahora, con una carrera como doctora y una maternidad, definirá en las próximas semanas, tras unos días de descanso, qué vendrá para ella.

“Me quiero tomar unos días para relajarme, ver a mi hija, a mi esposo (Jaime Espinal, medallista olímpico en Londres 2012) y determinar qué sigue para mí, cuál es la siguiente meta y sea lo que sea, espero que esté guiado por las manos de Dios, que me da la fuerza para seguir con el propósito que Él tiene conmigo”, expresó.

Marco Arellano I Agencia Reforma