Sergio Checo Pérez iba tras Lando Norris y el podio en Montecarlo.

Parecía que era cuestión de una o dos vueltas para que el piloto mexicano aprovechara el desgaste de las llantas del británico para que Red Bull se hubiera coronado en el Gran Premio de Mónaco con un 1-3, pero en las calles del Principado, cualquier intento de rebase también implica un riesgo.

¿Cuál hubiera sido el precio de buscar esa tercera posición? Si todo saliera bien, ganar tres puntos más de lo que obtuvo. Un mínimo error significaría perder los 12 que ya tenían en la bolsa.

Checo Pérez terminó cuarto, por detrás del McLaren, y Red Bull, con la victoria de Max Verstappen, es ahora el líder de los constructores con 149 unidades, una más que Mercedes.

“Todo se trata del campeonato, es un campeonato largo y la clave es que tenemos que minimizar los malos días y regresar fuertes, como sucedió ahora en el que nos repusimos de un mal día”, dijo Checo Pérez, que ahora es quinto en el campeonato.

“Hoy (ayer) lo manejamos bien, el equipo hizo un gran trabajo con la estrategia. Al final estaba muy cerca de Lando, pero adelantar aquí requiere un alto nivel de riesgo. Probablemente considerando lo importante que era el día en el campeonato creo que podemos estar agradecidos. Ahora estamos liderando el campeonato de constructores”.

Hay nuevos jefes

Como cada Gran Premio de Mónaco, el más mínimo error cuenta y ahora le tocó, tanto a Ferrari como a Mercedes, cometer la equivocación que le abrieron la oportunidad a Max Verstappen y a Red Bull.

Sin Charles Leclerc en la parrilla de salida por el choque en calificación, y, tanto Bottas como Hamilton con un fin de semana para el olvido, Verstappen sólo tuvo que aguantar en la punta para firmar su primera victoria en el Principado.

Sumando el cuarto lugar de Checo Pérez, es la primera vez que Red Bull y uno de sus pilotos lideran el campeonato desde 2014.

Marco Arellano I Agencia Reforma