Las victorias previsibles de Holanda ante Camerún (3-1) y Canadá ante Nueva Zelanda (2-0) dejaron ayer casi visto para sentencia al grupo E del Mundial de fútbol femenino, en el que europeas y norteamericanas certificaron su presencia en octavos de final.

Con dos victorias en dos partidos, holandesas y canadienses decidirán el liderato del grupo el 20 de junio en Reims, en un partido en el que a la oranje le serviría el empate por haber metido un gol más que Canadá, aunque ambas tienen la misma diferencia de anotaciones.

En Valenciennes, las holandesas, campeonas de Europa, se llevaron los tres puntos gracias a un doblete de Vivianne Miedema (41´, 85´) y a una diana de Dominique Bloodworth (48´) en un estadio de Hainaut con las gradas teñidas color naranja, mientras que las africanas marcaron por medio de Gabrielle Aboudi Onguene (43´).

Horas después, en Grenoble, Canadá tardó 48 minutos en plasmar en el marcador su aplastante dominio ante Nueva Zelanda.

La victoria de Canadá recompensó la superioridad en todas las facetas de juego del combinado norteamericano, pero que no se vio reflejado en el marcador hasta que Jessie Fleming remató con la diestra un centro desde la izquierda de Nichelle Prince (48´).

Las canadienses pudieron haber abierto el marcador en el minuto 18, pero el remate de cabeza de Christine Sinclair se estrelló en la madera (18´).

Tras el 1-0, Prince gozó de dos ocasiones para anotar el segundo, pero, tanto en su disparo como en su remate de cabeza, se encontró con la respuesta adecuada de la arquera Erin Nayler.

Nichelle vio recompensados sus esfuerzos al aprovechar un rechace tras remate al palo de Christine Sainclair. Esta última se quedó con 181 goles, a tres del récord en partidos internacionales de la estadunidense Abby Wambach.

Camerún y Nueva Zelanda, con cero unidades, se jugarán sus escasas opciones de pasar a octavos a en Montpellier.

París I AFP