El Misionero del Diablo era un gladiador que venía creciendo como la espuma en la lucha libre; sin embargo, la pandemia de Covid-19 le frenó su paso ascendente.

“Nos estaba yendo muy bien; pero todo se vino abajo, pero ahora quiero campeonatos, quiero máscaras, quiero cabelleras, quiero todo, quiero volver a recuperar el lugar que ya tenía, consolidarme, como ya lo veníamos haciendo”, dijo.

Para alcanzar nuevamente sus objetivos, tiene como principal misión el retomar el ritmo físico, ya que, además de la inactividad, también fue uno de los tantos gladiadores que se contagiaron del nuevo coronavirus.

Compartió que en diciembre padeció la enfermedad, que le dejó bastantes secuelas; no obstante, se dijo afortunado de haber salido con el puño en alto, contrario a los poco más de 200 estetas que han perdido la vida, a nivel nacional, a causa del virus.

“Me siento afortunado de ser de los pocos que lo han logrado librar”, expresó.

Luego de semanas de convalecencia, retomó los entrenamientos en marzo pasado, esperando que nuevamente reabrieran las arenas.

“Me ha costado un mundo, pero quiero recuperarme para estar otra vez al cien por ciento”, abundó el gladiador.

Por esa razón, luego de meses de aguardo, se congratuló de subir nuevamente al ring del Centro Deportivo y Cultural 11 de Julio, el pasado fin de semana.

“Sentí como si fuera la primera vez que luchara; escuchar otra vez a la gente y verlos en las gradas”, señaló el enmascarado.

Finalmente, espera aprovechar los dos meses que restan del año para encaminar nuevamente su carrera cuesta arriba y comenzar el 2022 con el pie derecho.

Alejandro Velázquez I Pachuca