Max Verstappen y Charles Leclerc sostuvieron una férrea batalla en las últimas dos vueltas, con rebases y toques rueda a rueda, en donde el holandés le arrebató la victoria al piloto de Ferrari en el Gran Premio de Austria.
Fue una carrera refrescante con dos pilotos jóvenes que encabezaron el podio, seguidos de Valtteri Bottas, de Mercedes, escudería alemana que esta vez fue derrotada sin objeción por Red Bull y Ferrari, provocando la explosión en la tribuna con aficionados de Holanda, que acudieron a Spielberg para apoyar a su piloto.
Leclerc había realizado un manejo pulcro y con gran ritmo con el auto escarlata, arrancando desde la pole en la primera vuelta, mientras que Max perdió cinco lugares en una mala arrancada. Parecía que Charles devolvería a Ferrari a la victoria después de 16 años de ayuno en Austria, pero la remontada de Max fue heroica quitándose rivales, entre ellos a Sebastian Vettel y Lewis Hamilton, quienes terminaron en cuarto y quinto, respectivamente.
Vettel había arrancado en la novena posición y llegó a colocarse en el podio, pero Verstappen lo sacó de la pelea en la vuelta 51.
Bottas, quien parecía manejar tranquilo en la segunda plaza, también padeció el ataque de Verstappen y el Mercedes claudicó en la vuelta 56 con el Red Bull.
Para la 68, Verstappen se puso encima, le llenó los espejos con su auto al líder Leclerc y, a partir de ahí, comenzó la pelea rueda a rueda.
En la vuelta 69, Max lo intentó por dentro en una curva y, al salir de la misma, se tocaron y Leclerc abandonó del trazado e intentó recuperar el lugar.
La acción fue investigada por los comisarios de la carrera, pero el podio se mantuvo con Verstappen como triunfador.
Fuera de puntos
El tapatío Sergio Pérez, a pesar de tener un buen arranque ganando dos posiciones después de partir en 13, llegó a estar en sexto lugar con las paradas de otros pilotos.
Sin embargo, Checo apenas logró terminar en la posición 11, fuera de los puntos por quinta carrera consecutiva, al no tener en el Racing Point un auto con potencia para pelear contra los Alfa Romeo, los Renault o los McLaren.
Ramón Estrada I Agencia Reforma