Los que pasaron la semana anterior unos días de ensueño fueron los Celestes de Cruz Azul.

Y cómo no, si el miércoles se proclamaron campeones de Copa en Monterrey, luego regresaron para sentir el calor de su gente y el domingo derrotaron a Pumas, para así conseguir el liderato y la liguilla.

Bueno, pues ayer hablé con mi Judas Celeste y me dijo que no se quedó ahí el buen ambiente que hay.

“Créeme, este equipo tenía años y años no sólo que no tenía estos resultados, sino hasta la convivencia y ambiente. Hoy (ayer) no entrenamos, pero la comunicación sigue y noto que todos estamos conectados entre nosotros mismos”, me contó el jugador que me pasa la información en el equipo.

Este Azul ya es rey.

AZUL DÉBIL

Pero donde contrasta todo es en la femenil.

El Cruz Azul de las morras buscaba cerrar de la mejor manera un torneo en el que otra vez tiraron todo por la borda, pero su auxiliar, Mercedes Rodríguez, se voló la barda.

Ahora está en la mira de la Comisión Disciplinaria que hoy podría hacer que el cuadro celeste pierda en la mesa el encuentro que ganó a Pumas el sábado pasado.

Mercedes, quien es muy conocida por el rumbo de la Magdalena Mixhuca, porque durante años se ha dedicado a entrenar jugadoras de todas las edades, estuvo registrada al arranque con el Puebla y a los del cuadro cementero de plano se les pasó el pequeño detalle de que no podía dirigir hasta el torneo venidero.

Pero eso no fue todo, además fue a la conferencia de prensa sin que supiéramos por qué el técnico Hugo Santana no apareció por allá.

Es más, si me preguntan, yo les puedo comentar que el día del partido la auxiliar estuvo más movida que el entrenador, dando instrucciones, ordenando a sus jugadores, al grado que le ganó la partida de fea manera a Ileana Dávila, estratega de las Pumas.

Todavía al final del partido Mercedes aprovechó para reunirse con varias amigas y familiares que siguieron el juego desde las tribunas y todas la felicitaban por la victoria, que apenas había sido la segunda del torneo.

Y ya ven cómo es uno de acomedido, que en cuanto varios visores y gente allegada al cuadro cementero se puso a platicar de cómo se ha olvidado la directiva celeste de su equipo femenil, de inmediato me uní a la plática donde sacaron a relucir que el equipo se le fue de las manos a Alberto Aguilar, quien fue el que inició con el equipo desde el torneo pasado.

¿Por?

Y todo porque Aguilar no se puso a hacer visorias en serio, fue más fácil pedirle a doña Mercedes que le echara la mano para armar el equipo. Lo peor del asunto fue que conforme pasó el tiempo y el estratega nomás no convencía, las jugadoras dejaron de hacerle caso, se lo brincaban y jugaban como Dios les daba a entender, además de que se formaron varios grupos que terminaron por echarlo.

Dicen por ahí que Mercedes Rodríguez se fue metiendo como la humedad y que incluso le iban a dar al equipo para el torneo entrante, pero a como van las cosas, mejor no hagamos apuestas.

Lo que sí es que a Cruz Azul le hace falta quien vea por el equipo femenil como lo hacen por el varonil, y que los encargados del área administrativa le echen un lente a los reglamentos, al igual que la Liga, quien no debió haber permitido el registró de esta “auxiliar”.

Aaah, por cierto, le aviso al cuadro cementero que varias jugadoras quieren dejar al equipo para el torneo entrante, porque por ahí tienen varias propuestas, porque eso de hacerlas entrenar y jugar en Cruz Azul Hidalgo no crean que es algo muy atractivo para ellas.