A Sergio Pérez le sienta bien Bakú y eso es un motivo de sobra para que el piloto mexicano y Red Bull sueñen con un podio.

De la decena de podios que suma Checo Pérez en la Fórmula Uno, dos han sido en Azerbaiyán, ambos terceros lugares en 2016 y 2018 con Force India, y para este año, con un auto más poderoso en todos los sentidos, este logro tendría más posibilidades de repetirse.

“Siempre ha sido un lugar (Bakú) que me ha funcionado, bueno, no siempre. También he tenido algunos momentos bajos aquí”, dijo el tapatío ya en la costa del Mar Caspio.

“Pero, en general, hemos sido capaces de obtener algunos buenos resultados en el pasado. Aquí creo que es muy importante la carrera y todo se reduce a ese domingo. Es una carrera muy larga, un montón de cosas pueden suceder y hemos visto que siempre estar allí al final puede ser muy bueno”.

Para que Checo pueda aspirar a su primer podio con Red Bull la clave será tener una buena clasificación, algo que todavía no ha podido cuajar con el equipo austríaco.

De los 10 podios de Sergio, siete los logró después de haber arrancado, cuando mucho, desde la octava posición. En 2016, para el Gran Premio de Europa -como se llamó entonces a la carrera en Bakú-, logró el segundo puesto de salida, pero fue penalizado cinco lugares, y en 2018, para el GP de Azerbaiyán, largó octavo.

“La clasificación también ha sido buena para mí aquí. Así que creo que tener un buen sábado te pone en una buena posición para el domingo”, apuntó el jalisciense.

Checo Pérez sólo tiene un retiro en el circuito de Bakú, en 2017, cuando tuvo su enfrentamiento ante su entonces compañero Esteban Ocon.

Las grandes remontadas del mexicano que lo llevaron al podio se dieron en 2012, cuando desde el puesto 15 finalizó tercero en Canadá, y en Italia fue segundo tras iniciar 12.

Marco Arellano I Agencia Reforma