Con dos hombres de más y pidiendo la hora, así terminó su partido el actual líder de la competencia: el Atlas.

Al conjunto de Diego Cocca pareció asustarle la idea de golear a su rival de ciudad, las Chivas, pues a pesar de contar con dos jugadores de ventaja, solo obtuvieron los tres puntos a través de la mínima diferencia.

El encuentro se le puso a favor al rojinegro desde temprano. Hiram Mier se fue expulsado en los albores (14´) gracias a una patada en el rostro de Julio Furch, luego de una revisión en el VAR.

Casi 10 minutos después, el Atlas tuvo otra vez en la pantalla a su mejor amigo, pues apoyó a Fernando Guerrero a decretar un dudoso penal.

La pelota la tomó el capitán de la Furia, Aldo Rocha, y no le temblaron las piernas, pues definió a lo Panenka ante el esfuerzo de Raúl Gudiño por detener el disparo.

La celebración del ex de Morelia fue con el orgullo de ir ganando el Clásico tapatío y colocó sus manos sobre las orejas, incitando a la parcialidad rival. Mientras Rocha celebraba, se celebró otra batalla a sus espaldas, pues alguien le cantó el gol al Chicote Calderón, quien no toleró la acción y buscó pleito, por lo que fue expulsado (28´).

A partir de ahí, a pesar de que todo pintaba para un festín para el Atlas, fue lo contrario, pues el cuadro de Cocca no intentó ofender, sino controlar el balón, ante el beneplácito de su rival, que se lamia las heridas.

Para la segunda mitad, las acciones fueron similares hasta los minutos finales, cuando Chivas tomó confianza y aprovechó el miedo que parecía tener el Atlas.

Al final, el penal a lo Panenka fue la diferencia, y Atlas durmió como líder del campeonato, algo que no pasaba desde hace 22 años, en el torneo Invierno 1999.

Redacción I Pachuca