Asegura Beto que fue un parteaguas
 
Hace (70) meses
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Alberto Rodríguez, es uno de los futbolistas más emblemáticos en la historia de Pachuca, ya que fue parte del equipo que ganó tres campeonatos de Primera División; sin embargo, también le tocó la parte difícil: ascensos y descensos. 20 años después, considera que el Ascenso de 1998 fue un parteaguas para la historia del club.

“Fue un parteaguas, porque a partir de ahí el Pachuca se quedó en primera, ya no descendió, un año y medio después fuimos campeones, nos alcanzamos a salvar y con esos puntos nos metimos a liguilla y a partir de ahí la historia del equipo cambió, dio un giro”, mencionó.

Beto tiene 44 años y aunque se retiró del futbol hace seis, recuerda con mucha alegría aquella temporada de 1997-98 y platicó la manera en la que vivió: un descenso un año anterior, haber sido vendido y regresar a la Bella Airosa para volver a ascender.

“Yo descendí con Pachuca en el 97 y me vendieron a Monterrey, yo me quedé en primera, donde solamente estuve seis meses, no me fue bien con el entrenador y me vuelven a comprar, yo estaba muy agradecido y encantado de regresar a casa, cuando llegue ya habían ganado el primer torneo y teníamos medio boleto”, agregó.

El cuadro hidalguense fue campeón del torneo de invierno 1997, pero eso solamente les daba medio boleto, por lo que relajarse hubiera sido un error, se metieron a la liguilla, pero cayeron ante Tigrillos en los cuartos de final, pero la revancha llegaría pronto y aprender de los propios errores era una obligación.

“No nos podíamos relajar, tuvimos un buen torneo, sabíamos lo que queríamos, era un equipo diseñado para estar en primera división, era un campeonato ansiado por todos, por nosotros, por el equipo y la ciudad, habíamos descendido un año anterior, fue muy doloroso, no nos podía suceder nuevamente”,
platicó Rodríguez.

La unión y la humildad eran las principales características de aquel grupo de futbolistas y, aunque considera que la gente no le da la importancia que tiene a un ascenso, ellos lo guardan en sus recuerdos, como algo muy especial. “Éramos muy unidos, había mucha hermandad, no éramos un equipo de nombres, éramos uno de hombres, sabíamos lo que queríamos y eso nos sacó adelante, cualquier campeonato es maravilloso, pero este fue especial, fue mi segundo ascenso, dijo Rodríguez.

Marco Iván Patiño I Pachuca

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