Ángel o Demonio se tomó en serio la modalidad de lucha en ataúd, pues estuvo a punto de mandar realmente en uno al Cuervo de Puerto Rico, a quien agredió con un tabicazo en una función en la Arena Adolfo López Mateos.

El conflicto entre ambos se desarrolló en modalidad extrema, por lo que usaron cualquier artefacto para dañarse; no obstante, Héctor Pérez González sorprendió a todos al lanzar directo a la cabeza un block al boricua.

Su rival quedó tendido debajo del ring; aunque se paró y abandonó por su propio pie el recinto, el daño ya estaba hecho, pues ingresó al hospital Polanco, donde fue intervenido para extirparle un coágulo de sangre en el cerebro.

Días después del incidente, la familia luchística de todo el país se unió y llevó a cabo una función en beneficio del gladiador boricua en la Arena Naucalpan, donde vieron acción elementos de diversas empresas, quienes aportaron su granito de arena.

El Cuervo abandonó la clínica tres semanas después, pero con la noticia de que tendrá que esperar un año para volver a subir a un cuadrilátero. Su rehabilitación consiste en seis meses de trabajos terapéuticos, antes de cualquier actividad física de mayor exigencia.

El daño de Ángel o Demonio no fue solo a su rival, sino también a la lucha libre, pues dividió la opinión de gladiadores, afición y medios especializados, quienes satanizaron el estilo extremo.

A finales del año, luego de ser suspendido indefinidamente, la Comisión de Lucha Libre del Estado de México dio a conocer la sanción de 60 días para Ángel o Demonio. La arena fue amonestada por no acatar las disposiciones del organismo, mientras que el promotor aún no tiene un castigo fijo.

Alejandro Velázquez I Pachuca

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