El Atlas superó 1-0 al favorito Tigres, en el estadio Jalisco, para instalarse en los cuartos de final luego de 4 años de ausencia.
Y así, al eliminar a los universitarios, los Rojinegros marcaron el epílogo de Ricardo Ferretti como entrenador de los felinos.
Los Rojinegros asumieron su papel de no reservarse nada y el que mejor entendió su rol fue Renato Ibarra. El ecuatoriano exhibió una parte de la versión que se le conoció en el América, y se transformó en un vendaval de ida y vuelta por la banda derecha.
Tan solo al minuto 5, Ibarra filtró y colocó en camino a la portería a Jesús Angulo, pero al llegar frente al arquero Nahuel Guzmán se intimidó y entregó el balón con un tiro suave.
Pero a partir del minuto 17, los Tigres comenzaron a ofrecer señales de vida. Primero, con un tiro fuera del área de Javier Aquino que puso a trabajar a Camilo Vargas.
En la segunda parte, el Atlas estaba determinado a resolver y se adueñó del esférico, pero adoleciendo nuevamente de contundencia.
Pasaron los minutos, salieron de cambio Milton Caraglio y Jairo Torres, al 77´; entraron Julio Furch e Ignacio Malcorra. Sería Malcorra el que cedió por izquierda para que el Emperador empujara con rabia al fondo para el 1-0 apoteósico.
Pero Atlas no renunció a su esencia de terminar con drama apelando a los reflejos de Camilo Vargas con 5 minutos de compensación eternos, pero que concluyeron con la celebración rojinegra.
Omar Jesús Fares Parra I Agencia Reforma