Distanciado 30 puntos del líder Lewis Hamilton, a siete carreras para el final de la temporada, Sebastian Vettel no tiene margen para el error en el GP de Singapur de Fórmula 1, este domingo, si quiere aspirar a lograr su quinto título de campeón del mundo.
En el circuito urbano de Marina Bay, el alemán de Ferrari regresa al escenario de su dramática salida del año pasado, cuando tocó con el coche de su compañero finlandés Kimi Raikkonen y el Red Bull del holandés Max Verstappen.
Su abandono, combinado con un triunfo inesperado de Hamilton, que salía quinto en la parrilla, marcó un antes y un después en la temporada 2017.
Vettel ostenta el récord de victorias en Singapur: cuatro, por tres del inglés. Ese es el dato al que se agarra para mantenerse con optimismo, aunque la presión puede hacerle daño.
“Creo que tenemos todas nuestras opciones. Si podrían ser mejores es otra cuestión, pero son todavía buenas. Somos nuestros primeros enemigos, no él (Hamilton) ni ellos (Mercedes)”, estimó Vettel.
Los dirigentes de la scuderia oficializaron el martes el reemplazo de Raikkonen por el joven prodigio monegasco Charles Leclerc para la próxima temporada, un cambio de caras al que Vettel no le será favorable.
AFP