El 18 de marzo de 2020 fue el primer día en el que la actividad deportiva en la entidad sufría un parón, hasta ese entonces contemplado para un mes, debido a la posible contingencia sanitaria derivada del Covid-19.

Un día antes, el 17 por la tarde, el Instituto Hidalguense del Deporte (Inhide) emitió un comunicado en el que se informaba que todas las labores lúdicas y de alto rendimiento quedaban suspendidas ante la probabilidad de contagios de coronavirus, enfermedad que, un año después, ha dejado más de 195 mil fallecimientos en México.

En el texto, se detallaba que todos los eventos masivos bajo la coordinación de la dependencia quedaban de-tenidos; asimismo, se detalló que los filtros de los Juegos Nacionales Conade quedaban en pausa hasta que las autoridades correspondientes dieran el visto bueno.

Las clases en el Centro Deportivo Revolución Mexicana entraban en la misma tónica y todas las acciones de las instituciones de iniciación deportiva estatal como en la alberca serían canceladas por la contingencia sanitaria.

Luego de la exposición de dicho mensaje, poco a poco las asociaciones estatales de las distintas disciplinas, como esgrima, ciclismo, judo, entre otras, se unieron a la misma disposición.

En un principio, la pausa, al igual que en otras instancias, era de un mes, con la condición de que si el contexto no era favorable, se alargaría por tiempo indefinido.

Fueron poco más de seis semanas en las que no hubo acciones de ningún tipo y todos se esperanzaban a que se tomaran medidas para detener los contagios y regresar a la planificación que se tenía

a inicios de año. Conforme pasó el tiempo, los torneos en línea se popularizaron y el retorno fue menos evidente, las asociaciones se hicieron a la idea y buscaron la forma de dar actividad a sus seleccionados, por si en algún momento se diera un regreso abrupto, pero no sucedió.

Para finales del año pasado, algunas disciplinas, como judo, beisbol y ciclismo, intentaron un retorno con medidas extremas y la menor afluencia posible, pero la segunda oleada de casos, producto de la temporada decembrina, arrancó de tajo toda esperanza.

Sin Juegos Olímpicos, Mundiales, Juegos Nacionales Conade, Festival Olímpico, entre otros torneos, se fue el 2020 y el 2021 arribó con la esperanza de regresar a lo que era la normalidad o lo más cercano a ella.

Enero pasó sin pena ni gloria y fue a partir de febrero cuando poco a poco se dieron los torneos nacionales e internacionales, con presencia de atletas estatales. Casi 365 días después, muchas semanas en naranja, otras en rojo y tres en amarillo, se dio el regreso a la práctica deportiva, una muy distinta a la que había antes de la pandemia.

Luz en la oscuridad

Richie Escalante fue uno de los pocos hidalguenses que vio actividad a pesar de la pandemia y dio a México una de las pocas alegrías del año, deportivamente hablando.

Su título en el MotoAmerica, el único conseguido internacionalmente por un piloto azteca en la historia en una justa sobre caballos de acero, fue uno de los lauros más llamativos durante 2020 en el deporte estatal.

Con más de una decena de victorias, el originario de Tizayuca no dio lugar a su seguidor más cercano, Sean Kelly, para un embate.

De la mano de la misma escudería, Honos, Richie busca este año hacerse otra vez del campeonato en la categoría Supersport.

Lo que se llevó

Los Juegos Olímpicos fueron la justa que más se vio afectada, derivado de la reprogramación que tuvo. Cambios en ventas de boletos, ingresos y condiciones en el ingreso de los atletas a Japón fueron las principales repercusiones.

El proceso rumbo a París 2024 se vio entorpecido derivado del coronavirus, ya que el 2020 era vital para que los atletas se perfilaran de cara a la próxima justa. Los Juegos Nacionales Conade y la Universiada, principales semilleros, no tuvieron acción desde etapas tempranas.

La pérdida de figuras dentro del deporte estatales, así como familiares de directivos, entrenadores e integrantes de la familia deportiva estatal fueron frecuentes durante los últimos meses. Quizá la que más pesó fue la de Arturo Flores, entrenador en jefe del judo en Hidalgo.

Luis Carlos León I Pachuca