Gracias a una colaboración entre el gobierno de Oaxaca, la Conavi y Cemex, se diseñó y construyó un fraccionamiento sostenible para reubicar a 55 viviendas
Después de años de habitar en una zona de alto riesgo sobre las vías del tren, decenas de familias de Salina Cruz han dado un paso hacia un futuro más seguro y sostenible. Gracias a una colaboración entre el gobierno de Oaxaca, la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) y la empresa Cemex, se diseñó y construyó un nuevo fraccionamiento sostenible para reubicar a 55 viviendas que se encontraban asentadas sobre la infraestructura ferroviaria, afectada por la construcción del Tren Interoceánico.
Este esfuerzo conjunto no solo ha mejorado la calidad de vida de los habitantes, sino que también ha establecido un precedente en la construcción de viviendas sostenibles. La obra, que se llevó a cabo entre octubre de 2022 y finales de 2023, abarca un área de 24 mil metros cuadrados distribuidos en 2.4 hectáreas. En este espacio se construyeron viviendas de una planta, con una extensión de hasta 100 metros cuadrados cada una, rodeadas de urbanización que incluye áreas verdes, canchas multiusos, andadores, banquetas, camellón central, ciclovía y un área destinada al equipamiento urbano.
El fraccionamiento fue diseñado bajo principios de sostenibilidad, utilizando materiales regionales para minimizar el impacto ambiental. Además, la arquitectura del lugar refleja aportes culturales realizados por artesanos y proveedores locales, reforzando la conexión con la identidad de la comunidad.
Cemex, en su compromiso con el medio ambiente, utilizó su concreto Vertua, un material con bajas emisiones de carbono, lo que evitó la producción de 995 toneladas de dióxido de carbono (CO2), equivalente a la siembra de más de 16 mil árboles que crecerían durante 10 años.
El diseño de las casas también integra innovaciones que permiten la reutilización de recursos naturales. Las losas inclinadas de las viviendas facilitan la captación de agua de lluvia para el riego de las áreas verdes, y se ha instalado una planta de tratamiento de aguas residuales con capacidad para procesar más de 600 metros cúbicos de agua al día. Además, el complejo cuenta con una cisterna de 700 metros cúbicos y un tanque elevado de 300 metros cúbicos para garantizar el suministro de agua.
Las viviendas están diseñadas para maximizar la ventilación natural, lo que reduce la acumulación de humedad y polvo, beneficiando la salud de los residentes. La seguridad y los servicios públicos también fueron abordados de manera sostenible: tanto las casas como las vialidades están iluminadas con tecnología LED, lo que reduce el consumo energético en un 86%. Asimismo, el diseño permite una mayor entrada de luz natural, disminuyendo en un 60% la necesidad de electricidad.
Este nuevo fraccionamiento no solo representa una solución habitacional segura para las familias de Salina Cruz, sino que también es un modelo a seguir en la construcción de comunidades sostenibles en México.