Quienes viven con un perro a menudo sienten que no comparten suficiente tiempo con sus compañeros peludos, pues la esperanza de vida de la mayoría va de los 10 a los 14 años, de acuerdo con Jacqueline Boyd, profesora de Ciencia Animal de la Universidad Nottingham Trent, ubicada en Reino Unido.
Lo que pocos saben es que las personas y los canes tienen muchas similitudes genéticas, incluida la predisposición a desarrollar cáncer conforme avanza la edad. Varias acciones que toman los humanos para vivir más y mejor también funcionan con ellos.
Algunas medidas son:
Mantener un peso saludable es un factor asociado a la longevidad en varios animales, así que hay que asegurarse de que los perros no tengan sobrepeso al controlar su consumo de calorías. También ayuda a limitar el impacto de trastornos como la osteoartritis.
Se puede monitorear a través de pesar a la mascota o de calificar su condición, que consiste en ver la forma física del can y otorgarle una calificación según si se observa sobrepeso o un peso saludable. Combinar ambos métodos permite identificar cambios.
Otra sugerencia es medir la cantidad de comida en lugar de calcularla de vista. Así, es posible saber exactamente cuánto alimento consume para ajustar a medida que envejezca o requiera cambios.
La actividad física es benéfica para la salud mental y fisiológica de las personas y de los perros. Ser activo físicamente ayuda a mantener el peso corporal y se asocia con efectos antienvejecimiento.
El ejercicio por sí solo no incrementa la esperanza de vida, pero protege al perro y al tutor del sobrepeso. Además, las caminatas producen personas y lomitos felices.
Contrario a la creencia popular de que no se puede enseñar nuevos trucos a un perro viejo, es posible e incluso benéfico hacerlo, pues el envejecimiento no solo es físico, sino también mental. Al mantener una mente activa, los canes pueden conservar su cerebro y cuerpo más jóvenes.
Si por la edad están limitados físicamente, pueden realizar juegos de bajo impacto, como olfatear objetos. Los lomitos disfrutan usar su nariz, así que entrenarlos para que encuentren artículos los ejercitará física y mentalmente. Otra alternativa es nadar, en especial para aquellos que no puedan llevar a cabo ejercicio normal.
Los perros desarrollan fuertes vínculos con las personas que los cuidan. Por eso, suelen ser considerados parte de una familia. Una relación estable mantiene felices a los canes y a sus tutores.
Si se mejora esta conexión, ambos pueden obtener beneficios, como aliviar el estrés. Lo ideal para lograrlo es compartir experiencias positivas y divertidas. Jugar es excelente para una buena relación.
La vacunación y desparasitación es clave para reducir la incidencia de enfermedades en perros y personas, como la toxocariasis y la rabia, que pueden transmitirse de animales a humanos.
Acudir con un médico veterinario a revisiones regulares puede ayudar a identificar problemas
en una etapa tratable, como afecciones dentales y osteoartritis, que sin tratamiento causan dolor e impactan el bienestar de los lomitos.
Staff I Agencia Reforma