El último viernes de cada mes, el centro de Tepeapulco regresa a la época de la Conquista, gracias a un recorrido de historias y leyendas que comienza en el kiosco.
En esta caminata se habla del origen del Convento de Tepeapulco, el cual está construido sobe un basamento piramidal como parte del proceso de evangelización de los pueblos originarios de la zona.

El recorrido llega también a una de las panaderías más antiguas: Plaza vieja, donde se conocerá la evolución en la forma de hacer pan; además de que se probarán algunos productos.

Uno de los lugares más emblemáticos de Tepeapulco son las Cajas de Agua, pues su arquitectura tiene diferente símbología. Ahí se juntan los dos elementos: el trigo, como elemento central del pan, y las milpas, como alegoría para los habitantes originarios del lugar.

Otro de los símbolos que se puede observar es un cordón franciscano en la cornisa, pues es una de las características de las construcciones de origen español.

Durante el recorrido se cita la frase “Vino por agua la buena fe”, debido a que las cajas de agua tienen forma de bocas de carneros coronados y leones alados. Estas figuras representan el estado español.

Al centro de las cajas también se observa la figura de San Francisco de Asís, el primer santo patrono de Tepeapulco. En 1773 los lugareños también adoptaron a Padre Jesús como otro santo patrono.

Es aquí donde los guías narran una de las leyendas más características de la Colonia: La Llorona. En la representación en la que las mujeres lavan sus prendas y cuentan historias locales, se escucha a lo lejos un lamento y se aparece una mujer vestida de blanco que clama por sus hijos.

Según la leyenda, una princesa de los naturales de esta tierra se enamora de un apuesto español, con quien concibe tres hijos. Después de un tiempo, él la abandona y ella se siente culpable porque traicionó a su raza al pasarse del lado de los españoles, además de que está despechada por el abandono. Así, ella mete a sus hijos al lago de Tenochtitlan, y, debido a ello, su alma en pena recorre lugares donde corre agua.

El siguiente lugar al que llega el recorrido es la Casa de Hernán Cortés, un sitio majestuoso que le fue retirado por la corona española debido a su opulencia.

Este es un recorrido disfrutable, de aprendizaje y disfrute en el que hay que portar prendas abrigadoras, pues en Tepeapulco predomina el clima frío y el viento durante la noche. Escenario perfecto para una experiencia de leyendas.

Sara Elizondo I Pachuca