Para Nahima Bertha Villar Ruiz el crear y tejer figuras de crochet ha sido una experiencia no solo inspiradora, sino que ha ayudado a que su familia salga adelante, aun en tiempos de pandemia.
Tejidos de Crochet Luciana comenzó hace cinco años, pues es ama de casa y no tenía con quién dejar a su hija. Fue entonces que comenzó a tejer como una forma de autoempleo.
“Iniciamos vendiendo gorritos y prendas en general y luego, amigurumis”, expresó.
“Todo negocio al principio es difícil, se necesita mucho trabajo para que la gente conozca lo que haces. Con recomendaciones fueron viendo mi trabajo, lo que ayudó bastante. Comencé a publicar con Facebook, fue difícil vender en los grupos porque somos muchas tejedoras y algunas entregan mal el trabajo y eso afecta a las demás, pero también ayuda la forma de tratar y atender al cliente.
“Tuve la oportunidad de colaborar y apoyar a mi esposo, que también es comerciante, pues no tenemos sueldo fijo. Con esto he ayudado a mi familia”. Esta trabajadora y creativa mujer asegura que hace todo tipo de figuras: pueden ser objetos, como coches, autos, bicicletas; animales, como elefantes, leones, dinosaurios, perritos, o personajes de moda, como el hombre araña o heroínas. En su caso lo que más le piden son figuras para los niños.
Nahima hace muñecos personalizados, pero son más caros debido a que son más detallados.
Respecto a los efectos de la pandemia, señaló que bajaron sus ventas mucho, “pero no me desanimo, primero vamos a salir de esto”.
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Sara Elizondo I Pachuca