Petit Teatro oferta siete obras en su temporada especial de terror, ya sea para verlas de forma presencial o virtual.

De acuerdo con Ricardo Martín, el titular de este espacio, en este lugar se aplican todas las medidas sanitarias para garantizar el bienestar de los asistentes.

Entre las obras teatrales que ya están en cartelera se encuentra In nominé patris, que narra la historia de Carolina, quien ha sido recluida en una iglesia, pues un ente maligno se apoderó de su cuerpo. Ante lo complejo de su situación, los sacerdotes obtienen el permiso del Vaticano para exorcizarla, sin saber a lo que se enfrentarían.

Otra excelente opción que te erizará la piel es Jugaremos en el bosque, que cuenta lo que pasó a dos jóvenes en la noche de Halloween, pues ponen en práctica una leyenda urbana de entidades demoniacas y asesinatos grotescos.

Una alternativa más es Granja negra, cuenta lo que pasa con las personas que se suicidan en este lugar, por lo que se quedan en un limbo lleno de demonios y monstruos. Quienes quieran salir de ahí deberán pagar un alto precio.

La oferta de Petit Teatro también incluye La caza del amor, donde la boda de una novia termina por convertirse en algo peor que una pesadilla, por lo que un juego letal de supervivencia será el escenario ideal para que hechos paranormales acechen a la protagonista.

En la puesta Adicción caníbal, veremos a Morana, una pintora de 35 años, quien es adicta a Zoé, de 26. El hartazgo ante la indiferencia, el desamor y la traición tocan a su puerta. Es una obra que expone los recovecos de la mente humana, con tonos cambiantes y secretos en una espiral caótica que retrata las pasiones más bajas.

Yo soy Eternidad cuenta la historia de dos vampiresas (Mina y Erzebeth) quienes narran cómo han logrado sobrevivir los cambios a través de los años y revelan que su mayor problema es encontrar buena sangre y de las consecuencias que tienen al beber sangre contaminada.

Swinger expone la vida de Andros, un chico de pueblo con gusto por el intercambio de parejas, que no conoce sus límites sexuales, pero a la fuerza tendrá que descubrirlos.

Sara Elizondo I Pachuca