Queridos lectores, al parecer ya estamos en la recta final de esta pandemia, pero no por ello debemos bajar la guardia, cuídate y toma tus precauciones y si te amas y amas a los tuyos también los cuidarás. En estos tiempos donde aún todo parece un torbellino y no le encontramos ni pies ni cabeza, te quiero escribir sobre el optimismo, no ese que nos venden donde todo siempre está bien y hay que sonreír, sino el optimismo real.
Sabemos que no todo es color de rosa, pero, te has preguntado ¿por qué hay gente que logra salir adelante a pesar de haber pasado tiempos muy difíciles?
El optimismo es una actitud, no se trata simplemente de una herramienta que utilizas de vez en cuando, es una actitud frente a la vida y para ello debes tener cierto lenguaje, una conversación contigo mismo que te permita siempre tenerlo presente de manera en tu mente. Que sea aquel respaldo que en los momentos difíciles este ahí para acompañarte a tomar decisiones correctas en medio de la tormenta.
“La verdadera medida de la salud mental de una persona es qué tan optimista eres acerca de ti mismo y de tu vida”.
Cuando una persona, a pesar de los inconvenientes más grandes que pueda tener, se mantiene optimista frente a ellos, es una persona que tiene una salud mental ideal, está siempre pensando que va a salir adelante independientemente de lo que sea.
Así como al capitán no se le conoce en las aguas más calmadas, así a una persona no se le conoce cuando todo el tiempo esta en situaciones cómodas, que no le exigen sacar su carácter. Así también a una persona exitosa se le mide cuando está en situaciones difíciles, por eso es muy importante que en estos momentos de pandemia no te escondas, no te alejes de las situaciones o de los demás solo porque no quieres enfrentar los problemas, este es el momento, este es el reto, el obstáculo que estabas esperando para demostrar quién eres.
Convierte el optimismo en tu mantra. El mantra en la vida espiritual es una palabra que se repite constantemente en la meditación, pero en el día a día tienes que mantener tu mente alimentada de pensamientos positivos, en cada momento has que tu optimismo te acompañe que no sea cuestión de simplemente en momentos difíciles, de duda o incertidumbre.
Aísla la situación que te preocupa. Un problema no puede permear toda tu vida, hay muchas cosas buenas que pueden estar pasando alrededor de tu vida simultáneamente y podrías dejar de disfrutarlas por estar inmerso en esa situación que tanto te preocupa, mantén el enfoque.
Remueve el pesimismo para encontrar las elecciones. A veces, cuando uno está en el mar, puedes ver que la arena se combina con el agua y es muy difícil ver lo que hay debajo, pero cuando esperas a que todo eso se mueva, empiezas a ver con más claridad el fondo del mar, así mismo en la vida cuando permites con una mente tranquila ver las situaciones, puedes remover esa confusión para encontrar las perlas que la vida te está tratando de enseñar a través de dificultades, esas elecciones que puedes sacar de los momentos difíciles que, si las aprendes ahora, la vida probablemente no te las repetirá porque ya aprendiste la lección.
No tomes los fracasos de manera personal. En muchos momentos de la vida pensamos que el fracaso está asociado a alguna acción que tomamos, decisiones y acciones tomamos todos los días y por esto no puedes culparte de que por haber tomado un riesgo o haber hecho algo te pase alguna situación negativa, de lo contrario nunca tomarías acción, serías una planta. La vida está hecha de acciones y decisiones, el hecho de que algo haya salido mal no es que tú seas el fracaso, el fracaso sería que te quedes ahí, sin hacer ni resolver nada.
Piensa que esto está sucediendo por algo. No eres el único ser que le pasan cosas negativas, mejor piensa que es parte de tu aprendizaje en la vida, así que toma cada situación que se te presente de forma causal y no casual y ten presente que Dios puede estar detrás de ti, si es que eres creyente. Así que entrégate un poco también al pensamiento de que hay algo más grande que está detrás de ti y que está cuidando de tu existencia.
Mira el horizonte. El corto plazo no suele ofrecer muchas esperanzas, porque en el corto plazo siempre te ves apurado, que la situación no se ve fácil de resolver, pero cuando proyectas al largo plazo, las cosas se ven mucho más claras. Es como un jugador de futbol que tan pronto le meten un gol, la situación no la ve enfrente, por el momento está contemplando al otro equipo disfrutan el gol, no es el momento para encontrar una solución, pero si empieza a darse cuenta que aún queda tiempo, empieza a proyectarse que pueden revertir la situación, hacer un gol que les dé la victoria. Así mismo en la vida, trata de proyectarte, las cosas buenas están al otro lado del charco, pero para esto también se requiere de paciencia, en el horizonte siempre hay algo positivo.
Puede que tú no seas capaz de controlar los acontecimientos, pero puedes controlar tu reacción ante ellos.
Y con esta frase termino. Espero que te haya gustado. De ser así, compártelo con algún familiar o amigo o alguien a quien le pueda ayudar.
Como siempre, te deseo larga vida, salud y prosperidad.
Hasta la próxima.
Alberto Tristany Zarauza
