El convento de Nuestra Señora de Loreto, en Molango, fue el primer conjunto levantado por la orden de los frailes agustinos en la sierra de Hidalgo. Como era habitual durante el proceso de conquista y evangelización, se construyó sobre un templo prehispánico, en 1546.
El proceso se dio en uno de los territorios donde el pueblo otomí más se resistía a la cultura llegada del viejo continente, pues ahí se le rendía culto al dios Mola, por lo que el nombre de este sitio originalmente era Molanco. El proceso de cristianización avanzó y destruyó los vestigios de aquel dios prehispánico.
Este lugar ubicado en la sierra alta de Hidalgo, se adoptó a las nuevas formas a través del sincretismo cultural, que se reflejó en este lugar con elementos que muestran ángeles de la nueva religión junto con algunos de la cultura que le precedió. Los monjes agustinos hicieron su labor para lograr la conversión del pueblo.
El majestuoso sitio deja ver que para su edificación fue tomada la piedra de las construcciones originarias.
Sara Elizondo I Pachuca