Fue en junio de 2002 cuando Pátzcuaro recibió su nombramiento como Pueblo Mágico, así que la localidad está celebrando 20 años de pertenecer a este listado reconocido por la Sectur.

Este pintoresco poblado fue fundado por don Vasco de Quiroga y puede presumir que tiene más de 500 años de historia. Y si nos preguntáramos para quién es ideal este rincón michoacano la respuesta sería: para los amantes de la gastronomía, de la fotografía y de quienes tienen alma de exploradores.

Y es que el lugar cuenta con todo para presumir, con orgullo, el nombramiento de Pueblo Mágico. Hay que comenzar por hablar de su privilegiada ubicación, pues se encuentra a las orillas del lago homónimo. Quienes van en busca de bellas postales ahí encuentran su mero mole. Para seguir, hay que hablar del encanto provinciano que se respira en sus empedradas calles y qué decir de los múltiples lugares en los que se sirve la exquisita y tradicional comida michoacana.

Por las mañanas, la actividad se concentra en la plaza Gertrudis Bocanegra; con el ir y venir de personas que van hacia el mercado, un excelente lugar para probar y comprar productos de la región, como los charales secos, las corundas rellenas o el queso cotija.

Por las tardes, los restaurantes, cafés, neverías y mezcalerías congregan tanto a lugareños como a turistas bajo los portales de la plaza Vasco de Quiroga… Siempre con la música tradicional que danzan los viejitos.
Otro punto a conocer es el Museo de Artes e Industrias Populares, sin dejar a un lado los templos y conventos, como el de San Agustín, el de San Francisco o el de los Jesuitas, los cuales cubren de magia al majestuoso centro de Pátzcuaro.

Quienes viajan queriendo practicar turismo gastronómico, además de los riquísimos charalitos y corundas, deben probar los uchepos, las enchiladas placeras y, sobre todo, las famosas nieves de pasta bajo los portales de la plaza Vasco de Quiroga.

Sin duda, uno de los motivos por el que este destino goza de fama mundial es por su hermosa tradición de Noche de Muertos. Durante este festejo, la muerte llena de vida y color los hogares, panteones y veredas, que rebosantes de altares, flores, comida y velas, manifiestan la riqueza tradicional de este estado.

Para saber
Un imperdible son los recorridos en lancha, para ver cómo pescadores de Janitzio manejan sus redes de mariposa los domingos por la mañana. Para quienes quieren llevar un detalle de Pátzcuaro a su hogar, pueden visitar la Casa de los 11 Patios, donde existen tiendas y talleres artesanales con diversos artículos como: ollas, sombreros, ropa o esculturas, o bien pueden tomar la alternativa de ir al mercado de artesanías, donde encontrarán piezas únicas. Más inspiración en https://michoacan.travel/

Agencia Reforma