Disfrutar unos tacos árabes en la capital hidalguense es posible desde hace más de 30 años, pues la tradición poblana llegó a nuestra ciudad con el Morocco, en avenida Constitución.

Históricamente, este alimento llegó con familias libanesas a México que arribaron a Puebla. En principio la carne que utilizaba era solamente de carnero, condimentada con especias como orégano, tomillo, ajo, perejil y cebolla, además de vinagre o jugo de limón y sal, para servir en pan pita, similar a una tortilla de harina gruesa.

Actualmente, la carne igual puede ser de puerco y aderezada con dos salsas, una picosa a base de sólo chile serrano molido, y otra que no pica, de chipotle seco.

Otra de las especialidades del local es La libanesa, una de hamburguesa que lleva carne preparada al estilo Moroco.

El jugo de la carne cocinada es otro de los tractivos del lugar, pues, según los comensales, es perfecto para curar la cruda. El caldo solo lo pueden probar algunos por días ya que únicamente son dos o tres platos los que salen. Los clientes que llegan a primeras horas tienen la suerte de pedir.

La fidelidad de los comensales es importante para que esta taquería siga en pie, pues de acuerdo con los encargados del lugar, otros han tratado de hacerles competencia, pero sus negocios no duran más de dos años porque los pachuqueños buscan el sabor que respalda a El Moroco desde 1985 .

El Moroco atiende de las 5 de la tarde a las 12 de la noche, excepto en días festivos y los domingos. El viernes es el día con más afluencia de clientes, por lo que es recomendable llegar temprano.

Martha de la Rosa | Pachuca