Zempoala tiene un espacio para consentir a sus lugareños y visitantes: Jagüey del Coyote, donde encontrarás comida, bebidas de la región, área infantil, música en vivo y ventas con causa y de productos orgánicos.

Si eres de antojos, aquí los saciarás, pues ofrecen carne asada —entre bistec y arrachera—, quesadillas, sopes y tlacoyos. Entre las bebidas hay agua de frutas, micheladas, mojitos, clericot, pulque natural y curados. La especialidad son los Cantaritos El Coyote, preparados con jugo de cítricos (naranja, limón y piña) mezclado con tequila reposado.

Entre los productos artesanales que puedes llevar a casa están las conservas de frutas de la región, como mermelada de tuna, salsa de xoconostle y ceviche de setas.

Además de un gran ambiente y calidad en el servicio, Jagüey del Coyote tiene una leyenda que los lugareños comentan: “Hace muchos años había un ladrón de ganado a quien apodaban El Coyote, que afectaba a la zona de Zempoala y sus alrededores. Como se acostumbraba en aquellos tiempos, cuando eran apresados los delincuentes se les castigaba asignándoles trabajos comunitarios. Es así como a este personaje lo obligaron a iniciar la excavación de un jagüey (una construcción rústica destinada a almacenar agua de lluvia), dando origen al nombre de Jagüey del Coyote, como se le conoce en la actualidad”.

Con el paso del tiempo no solo los que infringían la ley eran destinados a excavar, también los habitantes de la zona se sumaron por medio de faenas a continuar con la construcción del jagüey. Con lo que los habitantes no contaban, es que el nivel de suelo más bajo del jagüey es altamente poroso, lo que impediría el almacenamiento de agua.

“Aproximadamente en la década de los 50, el señor Arturo Hernández Cervantes compró el terreno donde se encuentra el jagüey para construir la casa para su familia. Fue así que lo que se-ría destinado a almacenar agua, se convirtió primero en huerto de traspatio y después, en un jardín para las reuniones familiares”, indicó Carmen Hernández, propietaria de este lugar.

“El pasado 15 de abril, decidimos compartir este bello espacio familiar junto con su historia, manteniendo su nombre original, y abrirlo al público”, agregó.

Entre los objetivos de Jagüey del Coyote están ser una excelente opción para visitar en el recién denominado Pueblo Mágico; ser un espacio donde productores, comerciantes y artistas locales puedan mostrarse y generar recursos para sus familias; ser un sitio abierto a las diferentes expresiones culturales que quieran hacer uso de él; ser fuente de ingresos para organizaciones de la sociedad civil que deseen realizar ventas con causa, así como dar a conocer la labor que llevan a cabo; del mismo modo que generar empleos locales, principalmente para mujeres.

Información

¿Dónde? Calle Valladares 3, colonia Centro. Zempoala

¿Cuándo? Viernes, de 19:00 a 22:00

Sábado, de 11:00 a 22:00

Domingo, de 11:00 a 16:00

Sara Elizondo I Pachuca

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