México y el mundo tienen un sinfín de motivos para planear una travesía. Aquí te proponemos seis pretextos para que te animes a planear un itinerario, a empacar tanto ropa como un montón de ilusiones y concretes ese viaje de tus sueños en compañía de tus seres más queridos. ¿Cuáles de estas experiencias te faltan por realizar? Deseamos que puedas cumplir varias de ellas en el año que está comenzando.
EN MÉXICO, ANDAR POR POBLADOS
Si hablamos de pueblos, los hay con encanto, también están los fantasmas y son 132 los que conforman el listado de Pueblos Mágicos. Piérdete por las calles de Taxco, Malinalco o Pátzcuaro, entre otros. Platica con los lugareños, conoce sus costumbres y fomenta el consumo local.
VALORAR NUESTRO PATRIMONIO
México presume varios sitios patrimonio de la humanidad; la mayoría son de carácter cultural, pero también hay naturales y mixtos. San Miguel de Allende, por ejemplo, es tan solo una de las ciudades patrimonio y a menudo es reconocida tanto a nivel nacional como internacional.
PROBAR DELICIAS
Gastroturistas mexicanos y extranjeros gozan de ir a los tianguis y mercados donde hay flores, verduras y frutos. Una tendencia que seguirá al alza es trazar rutas en las que se visiten desde los sitios de las grandes cocineras tradicionales hasta los restaurantes de reconocidos chefs.
COMPRAR ARTESANÍAS
Las hay moldeadas en barro negro o rojo o elaboradas con chaquiras, paja, popotillo, papel maché y otros materiales. Este año apoya a los artesanos mexicanos y regala a tus seres queridos un alebrije, un árbol de la vida, un textil o una pieza de vidrio soplado. Apoyarás a varias familias.
VISITAR PLAYAS
Si hablamos de playas… están las bañadas por el turquesa del Mar Caribe; las del Mar de Cortés, con su aire del desierto y famosas formaciones rocosas como el Arco de Cabo San Lucas. Están las llenas de algarabía en el Golfo de México y las del Pacífico con bellos atardeceres.
ESCUCHAR, VER Y MOVERSE
Admirar la Danza de los Viejitos o la del Venado o moverse al ritmo del Jarabe Tapatío, la polka norteña, el son jarocho o un danzón. Observar a los concheros, a los chinelos, a los parachicos y a los voladores de Papantla son otras formas de reconocer la riqueza de nuestro país.
Staff I Agencia Reforma
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