La creación siempre nos salva”, dicen por ahí, pues nos permite expresar lo que sentimos, conectar con otros, compartir la belleza y el disfrute e incluso ofrecer alguna utilidad a la sociedad. Tal es el caso de Irma Jiménez Rodríguez, quien elabora diferentes piezas decorativas; actualmente ofrece atractivas cajas para guardar uno de los elementos que más se usan hoy en día: el cubreboca.

Irma recuerda que comenzó a pintar cerámica por hobby en una Navidad y, aunque dejó de hacerlo por un tiempo, a partir de la pandemia lo retomó, incluso como una forma de terapia para enfrentar la nueva realidad, así es que buscó proveedores de materiales y se puso a trabajar.

Las cajitas se hacen dependiendo lo que necesite cada cliente; inicialmente no eran para las mascarillas, pero sí para guardar diferentes objetos, por lo que empezó a difundir entre compañeros y amigos, a quienes les gustó este proyecto.

“Me encargaban cajas pintadas, decoradas y personalizadas con diferentes diseños como aves, brownies y demás, y después surgió la idea de que ahí se puedan guardar los cubrebocas con una medida especial y una tapa deslizable para que sean más prácticas”, contó Jiménez Rodríguez.

Las cajas miden 11 centímetros de ancho y 16 de largo, de fondo son 3 centímetros. Todo se hace al gusto del cliente, unas son pintadas, algunas con servilletas para decorar y otras se elaboran con nombres.

Personalmente, el diseño que más le gusta es lo tradicional y de la cultura popular, como las imágenes de Frida Kahlo o incluso vírgenes, además de otros diseños coloridos.

“Las entregas se hacen en puntos específicos o también se hacen envíos a otras partes del país”, señaló.
Finalmente, Irma dijo que los emprendedores siempre deben hacer algo para salir adelante, pues siempre hay opciones. “Todos tenemos un don para crear y emprender y lo debemos aprovechar”.

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