Hidalgo cuenta con destinos dignos de conocerlos y disfrutarlos en más de una ocasión. Ante la cercanía del periodo vacacional de Semana Santa, te invitamos a conocer los lugares imperdibles del Altiplano Hidalguense.

Esta región se caracteriza por sus paisajes predominantemente áridos, aunque no faltan las zonas boscosas, lo que propicia que sea un lugar ideal para la producción de maguey y sus derivados, por lo que durante la temporada de auge de la manufactura pulquera, en la zona crecieron las haciendas con esa vocación.

Zempoala

La cabecera de este municipio hidalguense está a 25 minutos de Pachuca. Es un lugar de tradición por excelencia, desde sus construcciones que datan del siglo XVI, muchas de ellas religiosas y de haciendas, como el exconvento de Todos los Santos y las haciendas de San Juan Pueblilla, Zontecomate, San Antonio Tochatlaco y Casa Grande. Algunos de estos espacios están abiertos al turismo, ya sea para hospedaje o para recorridos guiados, que permiten conocer el proceso de producción del pulque que se llevaba a cabo hace algunas décadas y por la que es reconocida esta zona de Hidalgo.

Uno de los atractivos más importantes en Zempoala es el acueducto del Padre Tembleque, que, a través de sus 48 kilómetros de extensión, conecta la distribución de agua a partir de los ojos de agua ubicados en las inmediaciones del Cerro del Tecajete y llega a las comunidades entre Hidalgo y Otumba, en el Estado de México. Además, por sus características de ingeniería es considerado Patrimonio de la Humanidad, según la Unesco

Aquí puedes probar platillos deliciosos, desde la barbacoa hasta la propuesta local: el ximbote, elaborado con penca de maguey, y entre las bebidas, puedes degustar del pulque.

Apan

Este destino hidalguense se caracteriza por sus haciendas pulqueras, pues en la época de auge este destino fue el mayor productor en la región, por lo que la bebida ancestral era enviada a Ciudad de México.

Estas construcciones han sido locación de grabaciones de telenovelas y películas, además de sedes de eventos sociales y están relacionadas con la práctica de la charrería.

Entre las haciendas de Apan se encuentran Zotoluca, Ocotepec, Chimalpa, Espejel, Tlalayote y Tochac. Otras construcciones importantes son el lienzo charro de Apan, la estación del Ferrocarril, lavaderos públicos La Reforma y la parroquia de la Asunción y del Sagrado Corazón.

Si lo que deseas es practicar el turismo de naturaleza, las recomendaciones son las cascadas del Salto en la Comunidad de Alcantarillas y para senderismo por el cerro de San Pedro.

El platillo singular por el municipio fue nombrado Pueblo con Sabor son las enchiladas apanenses, además encontrarás barbacoa, envueltos y antojitos mexicanos. Aquí tienes la oportunidad de disfrutar un buen pulque.

Tepeapulco

Este destino hidalguense destaca por la práctica del turismo cultural y religioso, ya que sus edificaciones son de particular relevancia, pues en el Centro del pueblo se encuentra el exconvento de Tepeapulco, construido sobre un basamento piramidal, durante la época de La Conquista, como parte del proceso de evangelización; en esta región se encuentra la que fuera Casa de Cortés, un lugar de descanso del conquistador español y enfrente, el Museo del Maguey, donde se encuentra la antigua plaza de toros. A unos metros están las llamadas Cajas de Agua, sitio de innumerables leyendas, particularmente la de La Llorona.

La arquitectura de este lugar hace alusión a las milpas, tan importantes para los habitantes de los pueblos originarios de la zona.

Un lugar imperdible de Tepeapulco es la panadería más antigua, llamada Plaza Vieja, en la que actualmente se siguen elaborando panes con la receta que data de hace 500 años, particularmente el pan de Cortés, elaborado con trigo, con el pan de cuelga con canela, con figuras diversas, como el borrego, corazón y óvalo, y el pan de pulque que se puede elaborar con miel o con azúcar.

Uno de los destinos de naturaleza más relevantes y que resulta muy atractivo para el periodo vacacional es la Laguna de Tecocomulco, con una longitud de más de 8 kilómetros de largo y 3 de ancho, en donde se pueden realizar recorridos en lancha para apreciar el cuerpo de agua y los animales que llegan por temporadas, entre ellas, las gaviotas y patos.  La gastronomía de la zona se basa en la preparación de ancas de rana y antojitos mexicanos, además de pan artesanal.

Epazoyucan

Este destino se caracteriza por la variedad de sus paisajes, muchos de ellos, magueyeros y otros más boscosos.

Un destino de historia y naturaleza. Por ejemplo, se encuentra el cerro de las Navajas, con una altura de 3 mil metros sobre el nivel del mar, en la comunidad de El Nopalillo, ideal para hacer senderismo.

En épocas prehispánicas se consideraba un centro energético por ser una fuente de producción de obsidiana verde-dorada. A partir de este material se elaboraban enseres domésticos, además de diferentes tipos de armas.

Las vistas en la zona alta del cerro son una maravilla y se alcanzan a ver los límites con otros municipios, como Tulancingo.

A las faldas del cerro de las Navajas se encuentra el parque El Jarillal, donde es posible practicar senderismo y degustar de una carnita asada en las palapas disponibles, con asadores, mesas y bancas. Es un lugar tranquilo para almorzar o comer en fin de semana.

Unos metros más adelante, se encuentra el centro ecoturístico El Guajolote y Peñas Cargadas, ambos atractivos para pasar un buen rato entre la naturaleza. Entre los servicios que ofrecen están tirolesa y circuito de motocicletas, cada uno con sus atractivos particulares, y claro, la venta de antojitos mexicanos.

Entre los lugares históricos y religiosos se encuentra el convento de San Andrés Apóstol, que data del año 1540 y edificado por los frailes agustinos, quienes lo construyeron sobre un centro ceremonial prehispánico.

En Epazoyucan no debes dejar pasar la oportunidad de probar la barbacoa que se vende en diferentes puntos, entre ellos, la cabecera municipal, y claro, un jarro de pulque que también encontrarás en las comunidades

Sara Elizondo I Pachuca