Queridos lectores, el día de hoy, escribiré sobre cómo evitar o controlar los pensamientos negativos. Esta es una pregunta que muchos de ustedes me han hecho y en este artículo explicaré sobre tres estrategias que se usan en psicología y desarrollo personal.
¿Te has esforzado por librarte de pensamientos negativos que son más o menos obsesivos?
¿No encuentras la forma de olvidarlos?
¿Cuántos no nos hemos visto envueltos en una situación de descontrol de pensamientos negativos? el día de hoy te daré tres estrategias que han sido comprobadas.
Entras a una zona de combate y estás en una guerra interna constante, ahí luchas contra ti en una dinámica absurda, más problemas al problema, te genera más angustia y más cosas con las que lidiar. Si esto te sucede, no es culpa tuya ni tienes algún trastorno, el problema es que esa cultura del optimismo que nos venden es contraproducente.
Es mejor relajarse y soltar todas esas exigencias de la bondad del pensamiento positivo perpetuo y dejarlas ir.
Esta estrategia no te pide siempre ser positivo, sino que es más selectivo y se fija en los pensamientos negativos más importantes; a veces se utilizan maniobras de distracción que también son útiles, esto, demostrado de manera científica, funciona para un número considerable de personas.
Consiste en distanciarse y ver los problemas reales o imaginarios con más perspectiva.
La respuesta puede parecer muy simple, ¿nada? ¿Cómo se hace nada, qué estrategia se sigue para hacer nada?. Es una respuesta sorprendente porque es más intuitiva y muchas veces solo se capta usando metáforas, comparaciones o experiencias. Aquí se ataca nuestra pregunta inicial ¿Cómo evito los pensamientos negativos? Nada, al responder que no se tiene que hacer nada, la idea que entra aquí es que la pregunta está mal planteada, la pregunta presupone que has de luchar en combate con una parte de ti para vencer y disfrutar de una victoria que muchas veces solo será temporal. La propuesta de que no hay que hacer nada apunta a que los pensamientos negativos son solo eso, pensamientos; en sí mismos, como tales, no tienen ningún poder, no son algo real, lo real y su poder se lo damos solo nosotros. Cuando aceptas esta idea tu cambio es más profundo, cambias tu relación con tus pensamientos negativos, positivos o neutros porque el significado y el poder que les das depende de ti.
Lo potente de esta estrategia es cuando este tipo de relación con tu mente lo extiendes a tus películas mentales, impulsos y emociones. Son sucesos que pasan en tu interior y tienen el poder que tú les quieras dar, en realidad estas ideas son muy antiguas pero se han ido recuperando con una perspectiva científica.
Poco a poco vas cambiando tu relación y actitud hacia tus propios pensamientos negativos, a la vez es interesante ir clarificando tus valores para vivir la vida que mereces vivir, no quiere decir que será una vida fácil, pero sí es posible suprimir nuestros pensamientos negativos: cuanto menos los quieres, más los tienes. Querer parar los pensamientos es como intentar retener una pelota de playa debajo del agua, te esforzarás constantemente, gastarás mucha energía pero siempre saldrá a flote.
Sal de la zona de combate. No hagas nada. Este hacer nada consiste en percibir de forma profunda que tú no tienes ninguna obligación de luchar contra tu propia mente, no luches para que la gran pelota de playa esté sumergida y oculta, déjala flotar a tu alrededor, deja de luchar contra tus pensamientos negativos, déjalos estar, no reacciones contra ellos, salúdalos y sigue con lo tuyo.
Recuerda que si tienes algún problema con pensamientos obsesivos, debes consultar con un especialista.
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Como siempre, te deseo larga vida, salud y prosperidad.
Hasta la próxima.
Alberto Tristany Zarauza,