Para acompañar la comida mexicana qué mejor que bebidas de origen nacional, pues tenemos una gran variedad; con ellas, los sabores de nuestros platillos se pueden resaltar, lo que nos permitirá disfrutar aún más.
Para empezar con algo ligerito tenemos el ponche de frutas, el chocolate preparado con leche o con agua, bebida tradicional de municipios de la sierra como Molango, Huejutla o Tenango de Doria.
Otras opciones de bebidas son el agua de alfalfa, de tuna o xoconoxtle, así como las infusiones de otras hierbas y los atoles.
“La bebida nacional es el pulque, hidalguense por excelencia. Hoy en día, tanto en Hidalgo como en los estados vecinos del altiplano, hay una tendencia para generar un producto nuevo, destilado de la bebida fermentada”, indicó el experto en gastronomía y maridaje, Elías Fernández Chequer.
En cerveza estamos en los primeros lugares de producción y de consumo, por lo que en años recientes la cerveza artesanal ha incrementado, pues Hidalgo se ubica entre el primero y segundo lugar de producción de cebada a nivel nacional.
El director del restaurante Nice Taco, enlistó otras bebidas tradicionales de la entidad, como los licores de frutas, entre ellos el acachul, de la sierra baja; el carnavalito (de aguardiente y jugo de naranja) emblemática del Valle del Mezquital y municipios como Huichapan, Tecozautla; el licor de granada, de la zona de Tasquillo; y las sidras artesanales, de Acaxochitán.
En Atotonilco el Grande se elabora la requintada, licor de hierbas que no le pide nada a un digestivo traído de otros países –señaló Elías-. En algunas zonas existen avocados de aguardiente que destilan y colocan ingredientes de la región.
Ante esta gran diversidad de bebidas que se producen tan solo en nuestro estado, es casi necesario degustar nuestros platillos tradicionales con una agua de frutas, un pulque o una cerveza y así resaltar cada sabor.
Sara Elizondo | Pachuca