Atempa es una de las 72 localidades de Calnali. De ahí es originario Manuel Juárez Hernández, quien se dedica a la producción y venta de licores.

Junto con su esposa, Amalia Hernández Suárez, don Manuel siguen paso a paso el proceso de elaboración de las bebidas conocidas en esta región de la Sierra Alta y parte de la Huasteca, como Caña Real.

Esta bebida, cuyo consumo es común en la región, es el resultado de la destilación de la caña y frutas. Son hasta 26 sabores diferentes los que esta bebida ofrece;entre los más populares se encuentra maracuyá, naranja, naranja agria, tejocote, mora, jobo, piña, café, sandía, hierbabuena, ajenjo, anís, xoconostle, fresa y coco.

Juárez Hernández aprendió el oficio de su padre, quien hace más de 40 años se inició en la producción de Caña Real. Poco a poco, Manuel y su padre buscaron combinaciones que se convirtieron en populares entre los lugareños de Yahualica, Xochicoatlán, Huejutla, Zacualtipán y Pachuca.

Este licor es artesanal, se fabrican al colocar la fruta en cubetas con aguardiente. Después de esto se le agrega un jarabe con azúcar especial, lo mezclan con más fruta y lo colocan en envases de medio y un litro, para después etiquetarlo.

Manuel y Amalia venden su producto a familiares, amigos y vecinos. También, colocan su puesto en las fiestas patronales de la región; por ello su producción no es fija, aunque calculan que pueden hacer hasta 300 litros al mes.

¿Costos?
Una botella de medio litro de licor cuesta 40 pesos, aunque la versión más vendida es la de 1 litro. Hay quien pide un vasito para prueba y paga 5 pesos.

¿Cómo se obtiene
el aguardiente?
La caña se convierte en piloncillo, y después lo ponen a remojar en tanque de 200 litros, esperan a que fermente y obtienen un producto amargoso. De ahí pasa por el alambique, el cual es cerrado para que no se escape el vapor y lo que se condensa es aprovechado para obtener el alcohol.

Martha de la Rosa | Pachuca

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