Elevar al doble el salario mínimo –hoy en día de 88 pesos– a fines de 2022 prometió ayer el candidato de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya, en caso de que gane la Presidencia de la República.

“Es una cuestión ética y de justicia”, alegó el panista en rueda de prensa, en la que explicó que el primero de diciembre de este año, al eventualmente tomar posesión del cargo, el salario mínimo sería de cien pesos.

“Si algo provoca el agrio y doloroso humor social, es que los mexicanos no llegan a la quincena. Y el factor más importante está ahí para quien quiera verlo: son los salarios y especialmente los salarios mínimos.

“La mejor política social es la política salarial, y es algo que no se ha entendido en México”, planteó.

El abanderado panista propuso un acuerdo del gobierno de coalición y de las fuerzas que se quiera sumar en torno a su propósito de que México deje de ser el país de los salarios eternamente bajos.

“El salario mínimo, en diciembre de 2022, alcanzará el nivel de la canasta de bienestar que establezca el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Esto implica poco más que duplicar el salario mínimo”, detalló.

El candidato opositor hizo suyo el proyecto que desde hace tiempo impulsaron el ex Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, y quien fue su secretario de Desarrollo Económico, Salomón Chertorivski, ambos ahora en el equipo de campaña del Frente.

Anaya adelantó que el primer paso lo daría el día en que rendiría su protesta como titular del Ejecutivo federal.

“Ese día convocaremos a la Comisión Nacional de Salarios Mínimos para llevar al salario mínimo al nivel de la canasta alimentaria que define el propio Coneval: cien pesos a precios de marzo de este año. En el primer día de mi mandato, nadie que trabaje duro y honestamente, va a pasar hambre”, prometió.

De acuerdo con información del INEGI, agregó el queretano, el número de trabajadores que ganan el salario mínimo es la franja que más ha crecido: al cierre de 2017 llegó a más de siete millones de personas, un incremento anual de 6.4 por ciento, mientras que la tasa total de crecimiento en el empleo fue de 4.3 por ciento.

“Es decir, el empleo peor pagado creció 50 por ciento más que lo que creció el empleo total. El problema son, pues, los salarios, el hecho antieconómico y antiético de que trabajar honestamente en México, no te salva de la pobreza.

“Lo que quiero decir, es que la mejor política social es la política salarial y es algo que no se ha entendido en México”, resumió en su conferencia matutina.

Mayolo López
Agencia Reforma