Ventiladores desarrollados por investigadores y alumnos de la UdeG está a punto de entrar al frente de batalla contra el Covid-19.
Margarita Hernández, coordinadora general de Investigación, Posgrado y Vinculación de la UdeG, informó que el ventilador tipo Ambu Bag ya pasó todas las pruebas que se piden y se inició el procedimiento para que la Coprisjal lo avale.
“Este desarrollo se encuentra en la recta final para conseguir las aprobaciones de la Cofepris e inmediatamente poder producirlo. De lograr las autorizaciones, tanto del dispositivo y las líneas de producción, estimamos que tenga un costo menor a otros modelos que están en el mercado y sería un desarrollo tecnológico 100 por ciento mexicano y con el sello de la Universidad de Guadalajara”, apuntó.
Ramón Wilman, jefe de la Unidad de Fomento a la Innovación y Transferencia del Conocimiento de la UdeG, destacó que el ventilador se creó en tiempo récord, pues debido a la conjunción de esfuerzos y a un trabajo interinstitucional la tecnología se desarrolló en pocos meses.
“Estamos en un proceso acelerado. Para que este producto sea viable, se experimentó en un modelo porcino () que en las conclusiones nos dice que el modelo cumple con las metas respiratorias en el modelo de experimentación”, señaló.
Ahora, dijo, se tiene que ampliar el estudio para conseguir todas las variables y la representatividad, y comprobar que el equipo va a funcionar de manera efectiva en el tiempo que se requiera el soporte respiratorio en el paciente.
“Con la finalidad de que es viable y seguro de que se puede utilizar y con ello conseguir la autorización de la Cofepris”.
El investigador del Centro Universitario de Tonalá, David Alejandro López, señaló que la idea de desarrollar el producto surge del creciente número de personas contagiadas con Covid-19 en el País, que hasta el 6 de mayo sumaba 27 mil 634 y 2 mil 704 fallecidos.
“Los números nos dicen que alrededor del 10 por ciento de los pacientes que presentan la neumonía producto de este virus, el 90 por ciento de ese 10 por ciento va a necesitar de un respirador artificial.
“Dada la contingencia están escasos estos dispositivos y en respuesta a esto, la empresa Promeico comenzó a ensamblarlos desde un diseño propio”.
Reiteró que todas las pruebas han sido satisfactorias, tanto las mecánicas como las realizadas en animales, y confían que puedan tener el registro para poderlo fabricar y comercializar.
El costo, añadió, es menor a otros productos. El precio puede variar entre los 150 mil y 200 mil pesos, mientras que hay marcas que superan el millón de pesos.
Además, apuntó, al tener todas las pruebas, la probabilidad de que estos aparatos estén en el hospital es alta.
Una vez que se tenga el aval de Cofepris, que se espera sea en las próximas semanas se tendría capacidad para producir 35 equipos al día.
Fernanda Carapia
Agencia Reforma
