Los daños al ducto que va de Tuxpan a la Ciudad de México, para la ordeña de combustible a Pemex, se han focalizado la frontera entre Puebla e Hidalgo, revelaron fuentes oficiales.
Aunque ese ducto ha sido afectado en la mayor parte de su extensión, los hechos recientes se centran en tramos de los municipios de Huauchinango y Ahuazotepec, en Puebla, y en Cuautepec, hasta Tepeapulco, en la zona hidalguense.
En esos tramos se han registrado las baja de presión en el ducto, alerta que informa sobre ordeña mediante la implementación de tomas clandestinas o boquetes directos al ducto, lo que ha provocado derrames de hidrocarburos.
En la zona operan grupos ligados a los cárteles del Golfo y de Jalisco Nueva Generación, además de Los Zetas, que mantienen una disputa por el control de la ordeña.
Los grupos mantienen sus operaciones con el apoyo de pobladores, en tareas de halconeo, renta u ocupación de propiedades para construir casas fantasma sobre ductos y venta del producto al menudeo, se estableció.
Los daños a ductos han ocasionado la suspensión de operaciones y el desabasto de gasolinas en la Ciudad de México.
No obstante, por los sabotajes a ductos no se reportan detenidos, de acuerdo con información militar.
En conferencia matutina, el mandatario afirmó el jueves que el ducto Tuxpan-Azcapotzalco fue saboteado el martes, reparado y vuelto a dañar la noche del miércoles.
Benito Jiménez
Agencia Reforma