Al corte de este viernes, Hidalgo suma 51 casos positivos de coronavirus (Covid-19), de acuerdo con la Secretaría de Salud federal (Ssa); además, el número de sospechosos bajó a 28.
Se contabilizaron cuatro nuevos contagios en la entidad. Estos corresponden a tres hombres, de 34, 36 y 30 años, y una mujer de 25.
Asimismo, según el reporte diario de la dependencia, el número de defunciones se mantiene en 7.
El documento no ha dado a conocer información sobre los últimos decesos.
En cuanto a la tasa de incidencia, la de Hidalgo es de 1.65 por cada 100 mil habitantes; mientras la nacional es de 3.00. La más alta y la maa baja se encuentran en Ciudad de México y Chiapas con 11.53 y 0 66, respectivamente.
Además, la tasa de letalidad; es decir, el número de fallecimientos en relación al total de enfermos es de 13.73, que es más alta que a nivel nacional (6.06).
En esta ocasión, los cerros de Pachuca no se vistieron de fieles católicos que esperaban ser parte de de viacrucis la representación de la Pasión y Muerte de Cristo.
La pandemia provocada por el coronavirus (Covid-19) modificó la forma en que se han llevado a cabo de manera ininterrumpida las representaciones del viacrucis en los barrios más antiguos de Pachuca, como El Arbolito, Cubitos y Las Lajas.
No obstante, los habitantes del barrio Las Lajas, ubicado en el centro de Pachuca, escenificación simbólica del pasaje más representativo de la vida de Jesús.
Los fieles que encabezaron la actividad optaron por cambiar los trajes y huaraches de nazarenos por jeans y tenis para hacer el tradicional recorrido cuesta arriba, solo que en esta ocasión no estuvieron acompañados de los miles de feligreses que se dan cita cada año.
Al llegar a la punta del cerro de la Cruz, desde donde se aprecia una postal completa de la capital del estado, los organizadores del viacrucis clavaron una cruz de madera para no dejar pasar una de las tradiciones más significativas entre los católicos.
Además, para la conmemoración 51 de dicho pasaje bíblico, vecinos del barrio El Arbolito escenificaron la crucifixión de Jesús de Nazareth previo al Viernes Santo y sin la presencia de creyentes, con la finalidad de evitar tumultos.
Redacción (con información de Yuvenil Torres)
