A diferencia de médicos, policías o personal de limpia, diputados del Congreso de la Ciudad de México, con mayoría de Morena, no asumió su actividad esencial de legislar y paró durante dos meses.
Durante este tiempo, los diputados, asesores y personal de la Legislatura recibieron alrededor de 210 millones de pesos en dietas, salarios y prestaciones, según un cálculo elaborado con base de una respuesta de transparencia del Tesorero Armando López Fernández.
“No hubo actividad legislativa de ninguna manera. Hizo a un lado la responsabilidad el Congreso de actuar en los momentos más importantes de la Ciudad, más crítico, donde debió haberse reunido primero para analizar los temas de salud”, dijo Jorge Gaviño, diputado del PRD.
La última sesión del Congreso ocurrió el 19 de marzo y las actividades se retomaron el 19 de mayo.
En total fueron 59 días sin reformas y sólo se reunieron una vez el 3 de abril para votar una minuta del Senado en una sesión que avaló Morena y la Oposición tacha de ilegal por haberse realizado parcialmente a distancia.
La parálisis también ocurrió en la mayoría de comisiones que no reportaron actividades.
“Todas las comisiones deberían ya de estar trabajando como lo hizo la Comisión de Procuración de Justicia y ahí revisando sus iniciativas que tengan y que puedan ir avanzando”, exigió la coordinadora de Morena, Martha Ávila, en una reunión con coordinadores el 7 de mayo.
El Congreso tiene pendiente legislar en materia de planeación, trabajo no asalariado, iniciativas contra la violencia de género y reformas electorales, entre otras.
Eduardo Alfredo Perez Ruiz
Agencia Reforma
El 21 de febrero, Criterio publicó que los diputados de la actual Legislatura destinan los recursos de atención ciudadana -considerados para oficinas de gestión- al pago de despensas, cemento, colchones, almohadas, botanas, pintura, medicamentos y pasteles, entre otros rubros que no tienen nada que ver con la actividad legislativa, reportó la Auditoría Superior de la Federación.
