La presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra, salió al paso de los cuestionamientos que generó el descubrimiento de cortes de carne en el organismo, exhibidos por mujeres que tomaron el edificio.
“No eran cortes. Lo que la presidenta come, con el personal de limpieza, son bisteces…”.
Piedra sostuvo esta tarde una ríspida reunión de trabajo de casi tres horas con senadores integrantes de la comisión de Derechos Humanos.
Los senadores Juan Zepeda, de Movimiento Ciudadano, y el independiente Emilio Álvarez Icaza, le exigieron que renunciara al cargo.
“A mí nadie me va a decir lo que es el dolor”, reviró Rosario Piedra en el punto más álgido del cónclave. A una semana de que las instalaciones de la CNDH fueran tomadas; la hija de Rosario Ibarra de Piedra dijo ante los senadores que reivindicaba “el derecho a la protesta” de las víctimas.